Colombia rechazó la advertencia de Rusia contra la intervención militar extranjera en Venezuela y dijo que apoyaba una transición pacífica a la democracia en el vecino país sudamericano.
“Colombia reitera que la transición a la democracia debe ser llevada a cabo por los propios venezolanos de manera pacífica y en el marco de la Constitución y el derecho internacional, respaldados por medios políticos y diplomáticos, sin el uso de la fuerza”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, en un comunicado.
Estaba respondiendo a una carta de la cámara alta del parlamento ruso, remitida al Congreso de Colombia por el embajador ruso Sergei Koshkin, que decía que se interpretará el “uso ilegítimo de la fuerza militar contra Venezuela por parte de otros Estados que apoyan a la oposición … como un acto de agresión contra un Estado soberano”.
Rusia se ha convertido en un firme partidario del dictador izquierdista, Nicolás Maduro, mientras su nación descendió a la agitación política este año. Los Estados Unidos y docenas de otras naciones han respaldado al líder opositor Juan Guaidó, quien invocó la constitución para asumir la presidencia interina de Venezuela en enero, argumentando que la reelección de Maduro en 2018 fue ilegítima.
Colombia, que apoya a Guaidó, ha negado en repetidas ocasiones que tenga la intención de lanzar una ofensiva militar a través de su frontera con Venezuela.
Pero en su declaración del martes, Trujillo dijo que el apoyo militar al gobierno socialista de Maduro se arriesgaba a dañar la transición a la democracia mientras amenazaba la paz y la seguridad regionales.
El aterrizaje en marzo cerca de Caracas de dos aviones de la fuerza aérea rusa que transportaban a unas 100 fuerzas especiales rusas y personal de seguridad cibernética ha generado preocupación internacional sobre el respaldo de Moscú a Maduro.
Rusia, que ha suministrado aviones de combate, tanques y sistemas de defensa aérea a Venezuela, rechazó las críticas de Estados Unidos a su cooperación militar con Caracas, y dijo que no está interfiriendo en los asuntos internos del país latinoamericano y no representa una amenaza para la estabilidad regional.
Colombia actuó como punto de partida en febrero cuando Estados Unidos y otros países apoyaron los esfuerzos de Guaidó para transportar cientos de toneladas de ayuda humanitaria a Venezuela. Maduro, quien ridiculiza a Guaidó como un títere estadounidense, bloqueó la ayuda y las tropas venezolanas atacaron a los manifestantes.
Millones de venezolanos han huido a Colombia para escapar de la escasez generalizada de alimentos y medicinas en su caótica patria, en busca de empleos a nivel local y pasar a otros países de América Latina.