La reciente reunión entre Rusia, China, Pakistán e Irán en Samarcanda (Uzbekistán) muestra cómo estos países buscan alterar el equilibrio internacional y oponerse a la hegemonía estadounidense en Oriente Medio y Asia Central y Occidental.
¿Por qué Afganistán es el centro de atención?
El encuentro se centró en Afganistán, un país situado en medio de estos cuatro actores y cuyo caos puede afectar a toda la región. Todos ellos han tenido relaciones complicadas con Afganistán en el pasado y buscan evitar una situación similar en el futuro.
Los intereses en juego incluyen la preocupación de Irán por los chiíes afganos, la búsqueda de Pakistán de estabilidad en su propio territorio y la iniciativa de la «nueva ruta de la seda» de China.
Criticando a Estados Unidos
Rusia aprovechó la reunión para criticar a Estados Unidos y sus aliados, responsabilizándolos de la complicada situación en Afganistán. Se abogó por el levantamiento de las sanciones unilaterales impuestas al país y la devolución de activos extranjeros afganos.
Además, los cuatro países expresaron su oposición a las bases militares estadounidenses en la región, lo que representa un revés para Estados Unidos, que anteriormente había respaldado a Pakistán.
Refugiados y tráfico de drogas
Los participantes también discutieron la situación de los refugiados que salen de Afganistán y cómo el país ha sido un centro del tráfico ilegal de drogas. Asimismo, mostraron preocupación por la privación de educación a mujeres y niñas bajo el régimen talibán.
Alianzas complejas y política contradictoria
Las alianzas en la región son complejas y en ocasiones contradictorias. Por ejemplo, Qatar, un aliado estratégico de Estados Unidos, acogió a los talibanes mientras Estados Unidos respaldaba a Kabul en su lucha contra ellos.
Se espera que próximamente se celebre una reunión en Doha, donde Irán buscará que China, Rusia y Pakistán adopten un enfoque más coordinado respecto a Kabul.
Implicaciones más allá de Afganistán
Aunque Afganistán es un tema común, las relaciones entre estos países tienen implicaciones más amplias. Con acuerdos como el pacto de 25 años entre Irán y China, la cooperación entre Irán y Rusia en tecnología de drones y la alianza entre Pakistán y China, hay mucho más en juego que simplemente Afganistán.
Estos movimientos también afectan a Oriente Medio, con Irán amenazando a Israel y acercándose a Arabia Saudí, y China fortaleciendo sus lazos con los países del Golfo.
¿Hacia un nuevo orden mundial?
La alianza entre Rusia, China, Pakistán e Irán podría ser el comienzo de un cambio en el equilibrio de poder global. A medida que estos países buscan desafiar la hegemonía estadounidense y fomentar un sistema internacional multipolar, el panorama político y estratégico en Oriente Medio, Asia Central y Occidental puede cambiar significativamente. Será fundamental observar cómo se desarrollan estas alianzas y cómo Estados Unidos y otros actores globales responden a estos cambios.