El ejército del Sur informó el viernes de que Corea del Norte había lanzado un “misil balístico no especificado”, el último de una serie de lanzamientos por parte de Pyongyang, mientras Seúl advierte que Kim Jong Un podría estar a punto de realizar otra prueba nuclear.
El Estado Mayor Conjunto de Seúl dijo que Corea del Norte ha lanzado un misil balístico no identificado hacia el mar del Este, también llamado mar de Japón.
El comunicado del JCS omitió cualquier información adicional.
El líder norcoreano, Kim Jong Un, declaró el mes pasado que su país es un estado nuclear “irreversible”, poniendo fin oficialmente a las negociaciones sobre sus programas de armas prohibidas. Como resultado de las negociaciones, estancadas desde hace tiempo, las tensiones en la península están en su punto más alto en años.
Según el presidente surcoreano Yoon Suk-yeol, el Norte estaba preparado para realizar otra prueba nuclear el martes, lo que supondría su séptima prueba nuclear en total.
Durante su declaración sobre el presupuesto ante la legislatura el martes, declaró: “Parece que ya han terminado los preparativos para una sexta prueba nuclear”.
Un ensayo nuclear norcoreano requeriría una “respuesta contundente sin precedentes”, declararon el miércoles Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, prometiendo unanimidad entre los aliados de seguridad regionales.
Corea del Norte ha lanzado este mes numerosas andanadas de artillería hacia una “zona de amortiguación” marina, establecida en 2018 como medio para rebajar las tensiones con el Sur en medio de una infructuosa sesión diplomática.
Además, declaró que había realizado “simulacros nucleares tácticos” en los que se dispararon misiles con ojivas nucleares contra el Sur.
Provocaciones
Estas acciones forman parte de la escalada de “provocaciones” del Norte, como las describe Seúl, este año, que han incluido el lanzamiento de su misil más largo a distancia, que sobrevoló Japón y provocó inusuales avisos de evacuación.
EE. UU. ha vuelto a desplegar un portaaviones de propulsión nuclear en la región para realizar extensos ejercicios trilaterales que también incluyen a Tokio, y Seúl ha realizado últimamente ejercicios con fuego real.
Estos ejercicios enfurecen a Pyongyang porque los percibe como simulacros de invasión y los utiliza para justificar su aluvión de lanzamientos de misiles como “contramedidas” esenciales.
Tras una avalancha de lanzamientos de misiles balísticos, Seúl y Washington han advertido repetidamente a Pyongyang de que podría estar a punto de realizar una prueba de bomba atómica por primera vez desde 2017.
Kim ha dado prioridad a la creación de armas nucleares tácticas, que son armas más pequeñas y listas para el combate. Recientemente, Seúl emitió una advertencia de que el Norte podría estar preparándose para llevar a cabo varias pruebas nucleares consecutivas como parte de este programa.
Los analistas afirman que Pyongyang ha aumentado sus pruebas de armamento porque confía en que la inacción de la ONU le protegerá de sanciones más duras.
China, aliada y defensora de la economía norcoreana desde hace tiempo, acusó a Washington de incitar la reciente oleada de pruebas de misiles en una reciente reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para examinar el lanzamiento de Pyongyang sobre Japón.
Durante meses, el Consejo de Seguridad ha estado dividido sobre cómo responder a las aspiraciones nucleares de Pyongyang, con Rusia y China apoyando las sanciones y el resto del consejo apoyando la simpatía.