Siempre es difícil entender lo que está sucediendo en Corea del Norte, y mucho menos su futuro. Mientras que el fracaso de la especulación salvaje sobre el provocativo “regalo de Navidad” del pasado diciembre no enseñó esta lección a los comentaristas, los recientes rumores sin fundamento sobre la salud de Kim Jong Un han sido ciertamente presentados. ¿O es una ilusión? El ministro de unificación de Corea del Sur denunció con razón estos rumores como “noticias falsas” y advirtió de sus efectos perjudiciales.
Pero si miramos los recientes gestos de Corea del Norte y el contexto internacional, podemos razonablemente asumir algunas cosas poco entusiastas sobre el futuro de la península de Corea. En general, el año 2020 parece ser un año difícil para todos: economía, diplomacia, empleo, solidaridad. Y eso también se aplica a la paz entre los coreanos. Si miramos las tendencias actuales, este año es probable que veamos poco progreso con Corea del Norte, con pocas posibilidades de progreso en el mejor de los casos.
La interpretación optimista de no tener un regalo de Navidad provocativo como una prueba nuclear o un ICBM es que Kim prefiere tratar con Trump debido al enfoque poco ortodoxo de esa administración. Esta interpretación animaría a Kim y Trump a evitar provocarse o avergonzarse políticamente.
También sugiere que Trump cree que ganará la reelección en noviembre, pero la devastación de la crisis del OVID lo está arrastrando a las encuestas. Mientras tanto, el completo deterioro de las relaciones entre EE.UU. y China está dando a Corea del Norte una comunidad internacional dividida y polarizada. Y las relaciones entre Corea del Norte y Corea del Sur también son malas. Dispararse con pistolas no es exactamente “amor fraternal”.
Si Trump piensa que perderá las elecciones, entonces Corea del Norte seguirá desarrollando su tecnología de armas nucleares y puede exagerar si Trump y Kim finalmente se reúnen, asegurando así que no haya acuerdo, como Kim lo hizo en la cumbre de Hanoi el año pasado.
Pero el fracaso de Hanoi recordó a los observadores la importancia del alivio de las sanciones para Corea del Norte. Demostró que los Estados Unidos podrían haber estado dispuestos a proponer un acuerdo de paz y oficinas de enlace diplomático si el acuerdo hubiera sido correcto. De hecho, mientras Corea del Norte enviaba señales amistosas a Rusia y China, el director designado por la CIA dijo que creía que Pyongyang renunciaría a “parte” de su arsenal nuclear para aliviar las sanciones.
Esto deja un pequeño rayo de esperanza. Las crisis pueden tener un efecto intuitivo. La idea es que la crisis del coronavirus puede tener algún beneficio al proporcionar una cobertura política (o una excusa) para que los Estados Unidos ofrezcan ayuda a Corea del Norte en forma de sanciones por motivos humanitarios. Esto podría ayudar a revivir un acuerdo que aún no se ha aplicado.