El número de casos de coronavirus en Italia es probablemente 10 veces más alto que la cuenta oficial de casi 64.000, dijo el martes el jefe de la agencia que está recopilando los datos.
Las últimas cifras muestran que 6.077 personas han muerto a causa de la infección en apenas un mes, convirtiendo a Italia en el país más afectado del mundo, con cerca del doble de muertes en China, donde el coronavirus surgió el año pasado.
Sin embargo, las pruebas de la enfermedad se han limitado a menudo a las personas que buscan atención hospitalaria, lo que significa que miles de casos han pasado ciertamente desapercibidos.
“Una proporción de un caso certificado de cada 10 es creíble”, dijo al periódico La Repubblica Angelo Borrelli, el jefe de la Agencia de Protección Civil, indicando que creía que hasta 640.000 personas podrían haber sido infectadas en el país.
Dijo que la mayor dificultad que enfrentaba Italia era la escasez de mascarillas y respiradores, un problema que ha perseguido al sistema de salud desde que el contagio apareció por primera vez en la rica región norteña de Lombardía el 21 de febrero.
Italia está tratando de importar existencias del extranjero, pero Borrelli dijo que naciones como India, Rumania, Rusia y Turquía han detenido esas ventas. “Estamos contactando con las embajadas, pero me temo que no llegarán más máscaras del extranjero”, dijo.
Parece seguro que la epidemia de coronavirus dejará en ruinas la ya frágil economía italiana, con la mayoría de los negocios cerrados.
El gobierno quiere un fondo de rescate para los estados miembros de la moneda compartida del euro que se despliegue sin restricciones, una demanda que pone a Roma en desacuerdo con las naciones más ricas del norte.
Actualmente, el llamado Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEE) puede ayudar a los países de la zona euro solo con la condición de que ajusten sus políticas económicas para superar los problemas que los llevaron a buscar ayuda financiera.
Pero el Viceministro de Economía Antonio Misiani dijo a Reuters que la emergencia del coronavirus hizo que tales restricciones fueran redundantes.
“La única condicionalidad aceptable es la de utilizar los recursos del ESM para gestionar la emergencia sanitaria y económica”, dijo, estableciendo una posible batalla con Bruselas sobre la mejor manera de salir de la crisis.