Dinamarca advirtió el jueves de la creciente amenaza de espionaje por parte de Rusia, China, Irán y otros países, incluso en la región del Ártico, donde las potencias mundiales se disputan los recursos y las rutas marítimas.
El Servicio de Seguridad e Inteligencia danés afirmó que se han producido numerosos ejemplos de intentos de espionaje contra Dinamarca, cuyo activo papel mundial ha contribuido a convertirla en un objetivo tentador.
“La amenaza de actividades de inteligencia extranjeras contra Dinamarca, Groenlandia y las Islas Feroe ha aumentado en los últimos años”, dijo Anders Henriksen, jefe de contrainteligencia del Servicio de Seguridad e Inteligencia danés, en un informe.
Groenlandia y las Islas Feroe son territorios soberanos del Reino de Dinamarca y también miembros del foro del Consejo Ártico. Copenhague se encarga de la mayoría de sus asuntos exteriores y de seguridad.
El informe citaba un incidente ocurrido en 2019 en el que se envió una carta falsificada, supuestamente del ministro de Asuntos Exteriores de Groenlandia, a un senador estadounidense en la que se decía que se estaba preparando un referéndum de independencia.
“Es muy probable que la carta fuera fabricada y compartida en Internet por agentes de influencia rusos, que querían crear confusión y un posible conflicto entre Dinamarca, Estados Unidos y Groenlandia”, decía.
La embajada rusa no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios. Moscú se ha burlado de las recientes acusaciones de espionaje de Occidente.
El Ártico tiene una importancia geopolítica creciente, ya que Rusia, China y Estados Unidos se disputan el acceso a los recursos naturales, las vías marítimas, la investigación y las zonas estratégicas desde el punto de vista militar.
El informe danés también afirmaba que los servicios de inteligencia extranjeros -incluidos los de China, Rusia e Irán- estaban intentando ponerse en contacto con estudiantes, investigadores y empresas para obtener información sobre la tecnología y la investigación danesas.
Reuters descubrió en noviembre que un profesor chino de la Universidad de Copenhague realizaba investigaciones genéticas con el ejército chino sin revelar la conexión.
“La participación activa de Dinamarca en la escena internacional, la creciente globalización y competitividad internacional, la apertura general de la sociedad, la digitalización y un alto nivel de conocimientos tecnológicos son factores que hacen de Dinamarca un objetivo atractivo de las actividades de inteligencia extranjera”, decía el informe.