Diplomáticos de países occidentales y árabes realizaron una visita a una franja situada en la frontera entre Líbano e Israel. En ese sector, tropas libanesas y observadores de la ONU actúan desde hace meses con el objetivo de eliminar la presencia armada del grupo terrorista Hezbolá en la zona.
La delegación integró a embajadores de Estados Unidos y Arabia Saudí y contó con la presencia del general Rodolph Haikal, comandante de las Fuerzas Armadas libanesas. También participaron altos oficiales responsables del área fronteriza, quienes acompañaron el recorrido oficial por puntos estratégicos del sur del país.
El Ejecutivo libanés afirmó que, antes de que finalice el año, el ejército debe haber despejado completamente el territorio al sur del río Litani de combatientes armados de Hezbolá. El líder del grupo, Naim Qassem, dijo que retirará fuerzas allí, pero mantendrá armas en otras zonas del Líbano.
Sectores al sur del Litani fueron durante años bastiones vetados al ejército y a la ONU. Durante la visita, los diplomáticos accedieron a un puesto que domina una de cinco colinas capturadas por Israel. “El objetivo principal del ejército es garantizar la estabilidad”, dijo Haikal.
