Donald Trump ha sido elegido como el 47º presidente de Estados Unidos, marcando un retorno impresionante para un expresidente que se negó a aceptar su derrota en las elecciones pasadas. Este rechazo provocó una violenta insurrección en el Capitolio, se saldó con su condena por delitos graves y sobrevivió a dos intentos de asesinato.
En este nuevo capítulo, Trump logró ganar el estado de Wisconsin, un territorio clave en la contienda electoral, donde derrotó a la vicepresidenta Kamala Harris en una de las batallas más decisivas, según lo reportado por medios estadounidenses de renombre como AP y The New York Times.
Con esta victoria, Trump obtiene 10 votos en el Colegio Electoral, lo que le permite superar los 270 votos necesarios para asegurar su retorno a la presidencia.
Este triunfo refuerza su enfoque político implacable, marcado por ataques personales contra su contrincante, Kamala Harris. Sus comentarios a menudo han sido descritos como misóginos y racistas, mientras pintaba una imagen apocalíptica de un país invadido por migrantes violentos.
Su discurso agresivo y su imagen de hipermasculinidad encontraron eco en votantes frustrados, particularmente en hombres, dentro de un país cada vez más polarizado. Como presidente, ha prometido mantener una agenda orientada a una reforma profunda del gobierno federal y a tomar represalias contra aquellos que considera sus enemigos.