Washington impone medidas contra quienes proporcionen recursos a los hutíes, grupo respaldado por Irán, tras cese de ataques en el mar Rojo.
EE. UU. intensifica presión contra apoyo a hutíes
Estados Unidos anunció que impondrá sanciones a cualquier nación, grupo o individuo que facilite combustible, armamento o recursos a los hutíes, un grupo rebelde yemení designado como organización terrorista por Washington. La medida busca cortar el respaldo externo al grupo, acusado de desestabilizar la región con ataques a buques en el mar Rojo. La advertencia llega tras un cese de hostilidades acordado la semana pasada, cuando el presidente Donald Trump informó que Estados Unidos detendría sus bombardeos contra los hutíes, luego de que estos aceptaran no atacar embarcaciones estadounidenses.
La embajadora interina de Estados Unidos ante la ONU, Dorothy Shea, afirmó en una reunión del Consejo de Seguridad que Irán ha desempeñado un papel clave en los ataques hutíes, proporcionando “apoyo militar, logístico y de inteligencia”. Según Shea, Teherán ha permitido estas acciones, desafiando resoluciones de la ONU que prohíben la transferencia de armas al grupo. “Este consejo no debe tolerar el desafío iraní a sus resoluciones y debe imponer consecuencias a los infractores de las sanciones utilizando las herramientas a su disposición”, declaró.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos, a través de su Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), sancionó recientemente tres buques por transportar productos petroleros a puertos controlados por los hutíes, como Hudaydah y Ras Isa. Estos puertos generan ingresos que, según Washington, financian actividades militares de los hutíes, exacerbando la escasez de bienes esenciales en Yemen. Las embarcaciones, identificadas como Clipper y Akoya Gas, están vinculadas a redes de evasión de sanciones de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán (CGRI-QF).
El Pentágono también ha intensificado su retórica. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, advirtió a Irán en una publicación en X: “Sabemos exactamente qué estás haciendo. Fuiste advertido. Pagarás las consecuencias en el momento y lugar de nuestra elección”. Hegseth destacó el respaldo iraní a los hutíes, señalando que cualquier ataque del grupo será tratado como una acción directa de Teherán.
Datos clave sobre las sanciones a los hutíes
- El 28 de abril de 2025, EE. UU. sancionó tres buques por transportar petróleo a puertos hutíes, generando ingresos para actividades militares.
- La OFAC actualizó el 16 de abril de 2025 su guía para detectar evasión de sanciones en el comercio de petróleo iraní.
- El Banco Internacional de Yemen, con sede en Saná, fue sancionado el 17 de abril de 2025 por facilitar transacciones financieras hutíes a través de la red SWIFT.
- Desde marzo de 2025, EE. UU. ha atacado más de 800 objetivos hutíes, reduciendo un 69 % los lanzamientos de misiles balísticos y un 55 % los ataques con drones.
Cese de bombardeos y contexto regional
El 6 de mayo de 2025, Donald Trump anunció el cese inmediato de los bombardeos estadounidenses contra los hutíes, tras un acuerdo mediado por Omán. Según Trump, los hutíes “capitularon” y prometieron no atacar buques en el mar Rojo, una ruta comercial crítica donde sus acciones han interrumpido el comercio global. El acuerdo no incluye a Israel, que continúa enfrentándose al grupo tras un ataque hutí con misiles al aeropuerto Ben Gurion el 4 de mayo de 2025, que dejó seis heridos.
Los hutíes, que controlan gran parte del noroeste de Yemen desde 2014, iniciaron ataques contra buques en el mar Rojo en noviembre de 2023, en respuesta a la ofensiva israelí contra Hamás en Gaza. Desde entonces, han atacado más de 100 embarcaciones, hundiendo dos y causando la muerte de cuatro marineros. Washington ha respondido con una campaña militar, Operación Rough Rider, que desde marzo de 2025 ha destruido cientos de objetivos hutíes, incluyendo infraestructura y liderazgo.
Irán, por su parte, niega dirigir los ataques hutíes. El Ministerio de Asuntos Exteriores iraní afirmó que los hutíes operan de forma independiente y calificó las acusaciones estadounidenses como “insultantes” al pueblo yemení. Sin embargo, informes de la ONU han documentado envíos de armas iraníes al grupo, lo que refuerza las sospechas de Washington.
El cese de los bombardeos estadounidenses coincidió con negociaciones nucleares entre Washington y Teherán. Algunos analistas sugieren que el acuerdo con los hutíes podría facilitar el diálogo, aunque persisten tensiones por el apoyo iraní a grupos como los hutíes. El senador republicano Tom Cotton y otros legisladores han exigido que cualquier acuerdo nuclear con Irán incluya el cese de su apoyo a organizaciones terroristas.
Impacto económico y estratégico
Las sanciones estadounidenses buscan asfixiar las finanzas hutíes, que dependen del control de puertos clave para generar ingresos a través de la venta de productos petroleros. La OFAC estima que los hutíes obtienen millones de dólares de estas actividades, lo que les permite adquirir armamento y mantener su campaña militar. Las sanciones al Banco Internacional de Yemen apuntan a cortar su acceso a la red financiera global, dificultando transacciones internacionales.
La campaña militar estadounidense ha tenido un impacto significativo. Según el Comando Central de EE. UU. (CENTCOM), los ataques han degradado las capacidades hutíes, reduciendo drásticamente sus lanzamientos de misiles y drones. Sin embargo, los hutíes han demostrado resiliencia, manteniendo ataques contra Israel y, hasta el reciente acuerdo, contra buques en el mar Rojo.
Israel, por su parte, ha intensificado sus propias operaciones contra los hutíes. El 6 de mayo de 2025, aviones de guerra israelíes atacaron el aeropuerto de Saná y otras infraestructuras en respuesta al ataque al aeropuerto Ben Gurion. El primer ministro Benjamin Netanyahu prometió una respuesta contundente, señalando también a Irán como responsable.
la guerra en Yemen, exacerbado por una guerra civil desde 2015, ha generado una de las peores crisis humanitarias del mundo. Las sanciones y los ataques militares, aunque dirigidos a los hutíes, han afectado la infraestructura civil, como puertos y aeropuertos, complicando la entrega de ayuda. La comunidad internacional sigue buscando una solución política, pero la influencia iraní y las tensiones regionales dificultan el progreso.