Los Estados Unidos están considerando la posibilidad de imponer una serie de sanciones para castigar a China por su represión contra Hong Kong, dicen personas familiarizadas con el tema, ya que la administración depende en gran medida de que la antigua colonia pierda su autonomía de Beijing.
El Departamento del Tesoro podría imponer controles a las transacciones y congelar los activos de los funcionarios y empresas chinos para aplicar una nueva ley de seguridad nacional que restringiría los derechos y libertades de los ciudadanos de Hong Kong.
Se están celebrando conversaciones entre organismos y no se ha tomado ninguna decisión sobre la imposición o no de sanciones, dijeron las personas que hablaron de forma anónima, ya que las medidas todavía se están estudiando.
Un portavoz del Ministerio de Finanzas se ha negado a hacer comentarios.
La noticia ha tenido un repunte en los mercados de valores, enviando el S&P 500 a los mínimos de la sesión en la última media hora de negociación. Las acciones consideraron no solo una escalada de las tensiones con China, sino también signos crecientes de que el peor golpe de la pandemia ha sido contra la economía. Los fabricantes de chips y las megaempresas de tecnología que hacen grandes negocios con China se llevaron la peor parte de las ventas.
Se espera que el Departamento de Estado reafirme la autonomía de Hong Kong bajo la Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong, que el presidente Trump aprobó el año pasado, y una decisión negativa podría obligar a los EE.UU. a revisar el estatus comercial especial de Hong Kong. Un alto funcionario de la administración dijo que la certificación podría anunciarse en el plazo de una semana y dijo que era dudoso que los Estados Unidos pudieran confirmar la independencia política de la isla en las circunstancias actuales.
La administración Trump se enfrenta al reto de responder a China, porque cualquier sanción severa dirigida a Beijing también podría perjudicar tanto a Hong Kong como a los Estados Unidos.
Los negocios y los inversionistas han estado observando ansiosamente el aumento de las tensiones en los últimos días. El martes, la Cámara de Comercio de Estados Unidos pidió al gobierno chino que mantenga el concepto de “un país, dos sistemas” en Hong Kong y que la administración Trump que continúe dando prioridad a las relaciones constructivas entre Estados Unidos y Hong Kong.
“Sería un grave error a muchos niveles socavar el estatus especial de Hong Kong, que es fundamental para su papel como destino de inversión atractivo y centro financiero internacional”, dijo el grupo empresarial en un comunicado.
La portavoz de la Casa Blanca, Kaylie McEnani, dijo el martes que el presidente Donald Trump estaba “insatisfecho” con los esfuerzos de China y que “es difícil ver cómo Hong Kong puede seguir siendo un centro financiero si China toma el control del mismo”. Se negó a explicar las acciones específicas que el presidente está considerando.
Pekín ha advertido repetidamente a los EE.UU. de no interferir con lo que considera interno.