El secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo emitió el viernes una dura advertencia contra China y Rusia en vísperas del 30º aniversario de la caída del Muro de Berlín.
“Las naciones occidentales libres tienen la responsabilidad de disuadir a gobiernos como China, Rusia e Irán”, dijo Pompeo, hablando a pocos metros de donde el Muro pasó por la mundialmente famosa Puerta de Brandenburgo de la capital alemana.
Estados Unidos y sus aliados deben “defender lo que tanto les costó ganar… en 1989” y “reconocer que estamos en una competencia de valores con naciones que no son libres”, añadió.
Pompeo dijo que la construcción del gasoducto Nord Stream 2 desde Rusia a Alemania significaría que “los suministros de energía de Europa… dependen de los caprichos del [presidente ruso Vladimir] Putin”.
La Canciller Angela Merkel ha dicho repetidamente que el gasoducto es un asunto puramente privado.
Y advirtió sobre “la intención de las empresas chinas de construir redes 5G”, después de que el gobierno alemán no excluyera al gigante tecnológico Huawei del proceso de licitación para la infraestructura de redes móviles de próxima generación.
Pompeo está en una gira de dos días por Alemania, donde ha visitado de nuevo el lugar de su servicio militar de la Guerra Fría en la antigua frontera de la Cortina de Hierro y está programado para reunirse con líderes como Merkel.
Durante su estancia en Europa, ha intentado reforzar las relaciones transatlánticas erosionadas por los conflictos comerciales y la discordia sobre las crisis geopolíticas y el gasto militar.
Impulsado por el hecho de que los Estados Unidos dejaron el camino abierto a la acción militar turca y rusa en el norte de Siria, el presidente francés Emmanuel Macron dijo esta semana a The Economist que la alianza de la OTAN, de la que Ankara también es miembro, estaba sufriendo una “muerte cerebral” por la falta de coordinación entre Europa y Washington.
Recordando los pasados “desafíos entre socios” dentro de la OTAN, incluyendo la salida de Francia de los años sesenta de la estructura de mando de la alianza, Pompeo rechazó el viernes el debate sobre los comentarios de Macron como un “lío”.
Otros líderes como Merkel, el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg y el primer ministro canadiense Justin Trudeau también han rechazado firmemente la evaluación de Macron.
Sin embargo, Pompeo reconoció que “la OTAN necesita crecer y cambiar, necesita enfrentarse a las realidades de hoy y a los retos de hoy”.
“Nunca podemos dar estas cosas por sentadas, nunca podemos asumir que porque existe esta infraestructura… que existirá y por su propia fuerza, solo por la naturaleza de la misma continuará funcionando y siendo efectiva”.