El movimiento Hutí de Yemen sigue reteniendo a 12 empleados actuales y antiguos de Estados Unidos y Naciones Unidas, dijo el jueves un funcionario estadounidense, que pidió al grupo que los liberara en “una demostración de buena fe”.
Estados Unidos dijo en noviembre que los Hutíes habían detenido a varios empleados yemeníes en la embajada estadounidense en la capital, Sanaa, sin revelar cuántos. La UNESCO y los Derechos Humanos de la ONU han dicho que hay dos miembros del personal detenidos.
“Condenamos la detención por parte de los Hutíes de 12 de nuestros funcionarios actuales y anteriores de Estados Unidos y de la ONU. Siguen detenidos en régimen de incomunicación”, declaró a la prensa el enviado de Estados Unidos para Yemen, Tim Lenderking.
“Esta detención… envía una señal extremadamente negativa. Queremos ver una demostración de buena fe por parte de los Hutíes para liberar a estos individuos sin condiciones”.
No especificó cuántos de los 12 eran personal de la embajada.
La misión estadounidense en Saná lleva cerrada desde 2015, después de que los Hutíes expulsaran de la capital al gobierno de Yemen, reconocido internacionalmente, a finales de 2014, lo que provocó la intervención de una coalición militar liderada por Arabia Saudita meses después.
El movimiento, la autoridad de facto en el norte de Yemen, ha criticado a Washington por “abandonar” al personal local, pero no ha comentado las detenciones.
Los bandos enfrentados de Yemen renovaron el martes una tregua de dos meses auspiciada por la ONU, que se inició en abril. La organización está presionando para que se amplíe el acuerdo.
“Vamos a necesitar el compromiso de todas las partes para avanzar, lo que incluye la acción inicial de los Hutíes para abrir las principales carreteras a Taiz”, dijo Lenderking, refiriéndose a la tercera ciudad más grande de Yemen, que está efectivamente bajo el asedio de los Hutíes.
El grupo acusa a la coalición de no haber cumplido con el número acordado de barcos de combustible en el puerto de Hodeidah, controlado por los Hutíes, y de haber seleccionado los vuelos comerciales desde Sanaa en el marco de la tregua. El gobierno de Arabia Saudita culpa a los Hutíes de no abrir las principales carreteras de Taiz y les acusa de no compartir los ingresos fiscales del puerto.
Lenderking dijo que los vuelos desde Sanaa a Jordania “están funcionando muy bien” y que las conversaciones continuarían con Egipto, que no ha permitido más de un vuelo a El Cairo.
Fuentes del aeropuerto de El Cairo han dicho que Egipto necesitaba más controles de seguridad para los vuelos.