WASHINGTON – Estados Unidos no tiene indicios de que Rusia haya decidido utilizar armas nucleares, químicas o biológicas en Ucrania, incluida la llamada “bomba sucia”, dijo el lunes un alto funcionario militar.
Moscú ha advertido repetidamente en los últimos días que Ucrania podría emplear una bomba sucia -que disemina material nuclear, químico o biológico a través de explosivos convencionales-, lo que desata el temor de que Rusia pueda utilizar un dispositivo de este tipo y culpar a Kiev.
“Los ucranianos no están construyendo una bomba sucia, ni tenemos indicios de que los rusos hayan tomado la decisión de emplear armas nucleares, químicas o biológicas”, dijo el funcionario militar a los periodistas bajo condición de anonimato.
Preguntado si esa evaluación incluía las bombas sucias, el oficial respondió: “Sí”.
El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, ha mantenido recientemente una serie de llamadas telefónicas con sus homólogos de varios países de la OTAN en las que afirmó que Kiev estaba planeando utilizar una bomba sucia.
El lunes, el Ministerio de Defensa ruso dijo que el jefe del ejército Valery Gerasimov hizo la misma acusación en una conversación con el general estadounidense Mark Milley.
“Durante la conversación… se continuó con la situación relacionada con el posible uso de una ‘bomba sucia’ por parte de Ucrania”, dijo el ministerio en un comunicado.
El ejército estadounidense también confirmó la llamada, diciendo que ambos discutieron “varios temas de interés relacionados con la seguridad y acordaron mantener las líneas de comunicación abiertas”.
El domingo, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia rechazaron conjuntamente las afirmaciones de Rusia sobre las bombas sucias, y el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, también rechazó las acusaciones.
“Si Rusia llama y dice que Ucrania supuestamente está preparando algo, significa una cosa: Rusia ya ha preparado todo esto”, dijo Zelensky en un discurso por vídeo.
Rusia ha sufrido una serie de derrotas militares en el sur y el este de Ucrania, y los observadores del conflicto y Kiev afirman que el Kremlin está cada vez más desesperado.