Washington insta a altos funcionarios libaneses a impedir que Hezbolá o sus aliados designen al próximo ministro de finanzas, buscando así frenar su influencia en el gobierno.
Estados Unidos interviene en la política interna del Líbano
En un movimiento poco común, Estados Unidos ha intensificado su presión sobre líderes políticos libaneses para limitar el control que Hezbolá, grupo respaldado por Irán, ejerce sobre el Estado. Cinco fuentes con conocimiento de la situación confirmaron a Reuters esta estrategia, en la que se han enviado mensajes directos al primer ministro designado, Nawaf Salam, y al presidente libanés, Joseph Aoun, para evitar que Hezbolá forme parte del próximo gabinete.
Las acciones estadounidenses surgen tras un cambio de equilibrio de poder en la región, marcado por la derrota militar de Hezbolá en la guerra con Israel y el debilitamiento de su aliado sirio, Bashar al-Assad. Durante años, el grupo ha ocupado cargos ministeriales clave con el apoyo del Movimiento Amal, pero Washington busca frenar esa influencia en el contexto del nuevo gobierno libanés.
De acuerdo con tres fuentes, Massad Boulos, empresario libanés-estadounidense y asesor del expresidente Donald Trump, ha sido uno de los encargados de transmitir estas directrices. Boulos declaró al medio libanés Al Jadeed que la formación de un gabinete sin figuras del sistema anterior es fundamental para restablecer la confianza internacional.
Aspectos claves de la presión de EE. UU. sobre el gobierno libanés
- Estados Unidos insiste en que Hezbolá y sus aliados no tengan control sobre ministerios clave, como el de Finanzas.
- La elección del presidente Joseph Aoun fue un requisito previo para obtener asistencia internacional.
- Se teme que la presencia de Hezbolá en el gobierno afecte el acceso del Líbano a fondos extranjeros para la reconstrucción.
- El sistema político libanés reparte los cargos sobre una base sectaria entre cristianos, sunitas y chiítas.
- El Partido de las Fuerzas Cristianas Libanesas amenaza con boicotear el gabinete si Hezbolá nombra a sus representantes.
Asistencia financiera internacional condicionada a cambios políticos
Varias fuentes cercanas al proceso explicaron que la inclusión de Hezbolá o Amal en el control del Ministerio de Finanzas podría obstaculizar el acceso del Líbano a ayuda internacional. La devastación causada por los ataques israelíes ha afectado principalmente a regiones chiítas donde Hezbolá tiene fuerte apoyo, pero las potencias extranjeras, incluidas Arabia Saudita, Francia y Estados Unidos, han condicionado su respaldo a un reordenamiento político.
En este sentido, el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, fue advertido por enviados internacionales sobre la necesidad de evitar que Hezbolá mantenga influencia en el próximo gobierno. Por su parte, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, Christophe Lemoine, señaló que aunque es necesario un gabinete fuerte y representativo, no se deben ignorar las demandas de la comunidad chiíta.
A medida que el primer ministro Nawaf Salam continúa sus negociaciones con los distintos partidos políticos, el equilibrio entre las diferentes sectas sigue siendo un factor crítico. Desde el 13 de enero, Salam ha intentado formar un gobierno inclusivo, aunque Hezbolá y Amal se han mantenido al margen del respaldo político general.
El sistema político sectario en el centro de la disputa
El reparto sectario del poder en el Líbano ha generado tensiones a lo largo de los años. Mientras que el presidente debe ser un cristiano maronita, el primer ministro es designado entre los musulmanes sunitas y el presidente del Parlamento debe ser un musulmán chiíta. Sin embargo, Estados Unidos ha establecido que el control sobre el Ministerio de Finanzas es una “línea roja” en sus esfuerzos por instaurar un orden político post-Hezbolá.
Michael Young, del Centro Carnegie para Oriente Medio, destacó que Washington percibe este ministerio como crucial debido a su papel en la gestión del gasto público, especialmente tras el colapso financiero de 2019. La deuda acumulada por el gobierno ha puesto al país en una situación de vulnerabilidad, lo que refuerza la importancia de la cooperación internacional para su recuperación.
Repercusiones políticas en el equilibrio del poder
El Partido de las Fuerzas Cristianas Libanesas ha advertido que boicoteará el gobierno si se permite a Hezbolá y Amal designar ministros en carteras sensibles. Este escenario refleja la lucha de poder entre las distintas facciones políticas y la influencia extranjera en el futuro del país.
Además, legisladores republicanos estadounidenses, como Darin LaHood y Darrell Issa, han pedido al gobierno de su país que condicione la ayuda al cumplimiento de políticas que excluyan a Hezbolá del gobierno. En una carta enviada a Trump, los congresistas subrayaron que “ningún miembro de Hezbolá, o sus representantes, debe ocupar un cargo en el nuevo gobierno del Líbano”.