El Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso sanciones a siete altos dirigentes del movimiento hutí de Yemen, aliado de Irán. Según la entidad, estos individuos introdujeron de contrabando sistemas de armas y equipamiento militar en territorios controlados por los hutíes y participaron en negociaciones para la compra de armamento a Rusia.
Junto a estas sanciones, el Tesoro incluyó en su lista a Abdulwali Abdoh Hasan Al-Jabri y su empresa, Al-Jabri general Trading and Investment Co. Se les acusa de reclutar yemeníes para combatir en Ucrania en nombre de Rusia y de recaudar fondos para respaldar las operaciones militares hutíes.
Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado, reafirmó el compromiso de su país para frenar la adquisición de armas y componentes militares por parte de los hutíes, señalando que estos obtienen material bélico de Rusia, China e Irán, lo que representa una amenaza para la seguridad del mar Rojo.
Además, el Departamento de Estado anunció la implementación de la designación del movimiento hutí como una “organización terrorista extranjera”, en cumplimiento de la solicitud del presidente Donald Trump realizada a principios de año.
A pesar de esta decisión, expertos advierten que la medida podría desestabilizar aún más la región y agravar la crisis humanitaria en Yemen. Existe el temor de que importadores eviten comerciar con el país por miedo a sanciones estadounidenses, lo que podría afectar el suministro de bienes esenciales si estos terminan en manos hutíes.