Un empresario ruso-israelí forma parte de un grupo de personas y entidades a las que Estados Unidos impuso sanciones el jueves por colaborar en la invasión rusa de Ucrania.
Según el Departamento de Estado estadounidense, Sergei Adonyev, de 61 años, actúa como financiero del presidente ruso Vladimir Putin y de Sergei Chemezov, que dirige la empresa estatal de defensa Rostec.
En un comunicado del Departamento de Estado no se explicaban los motivos por los que EE.UU. incluía en la lista negra a Adonyev, un magnate de las telecomunicaciones cuyo valor, según Forbes, supera los 500 millones de dólares, y a lo que denominaba “su red”.
Las sanciones también afectan a una empresa vinculada a Adonyev y a sus hijos Filipp y Luka, así como a dos yates y un avión de su propiedad.
En otro comunicado del Departamento del Tesoro estadounidense se indicaba que la dirección de Adonyev era una lujosa casa de alquiler en la ciudad costera de Herzliya. La propiedad aparece en varios sitios de alquiler, que la describen como una villa.
Israel no se ha sumado a las sanciones impuestas por Estados Unidos y otros países desde que Rusia invadió Ucrania el pasado mes de febrero. Aunque ha expresado su apoyo a Kiev y ha proporcionado ayuda humanitaria, Israel ha rechazado las peticiones de suministro de armas, aparentemente preocupado por la reacción de Rusia. Una de las principales razones de la vacilación de Israel parece ser su necesidad estratégica de mantener la libertad de operaciones en Siria, donde las fuerzas rusas controlan en gran medida el espacio aéreo.
Junto con la acción del jueves contra Adonyev, la administración Biden amplió las sanciones contra el Grupo Wagner de Rusia y las empresas y personas relacionadas por su papel en la guerra de Ucrania y las actividades mercenarias, incluidos los abusos de los derechos humanos, en África.
Los anuncios volvieron a designar al Grupo Wagner, un grupo militar privado ruso propiedad de un estrecho colaborador de Putin, como “importante organización delictiva transnacional”. La empresa ya había sido identificada como tal, pero las nuevas designaciones amplían las sanciones.
En total, el Departamento del Tesoro sancionó a ocho personas, 16 empresas y cuatro aeronaves concretas. Además, el Departamento de Estado impuso sanciones separadas pero relacionadas a cinco empresas y una persona vinculadas al Grupo Wagner y a otras 23 por formar parte del complejo militar-industrial de Rusia.

Las sanciones congelan cualquier activo que los identificados puedan tener en jurisdicciones estadounidenses y prohíben a los estadounidenses realizar negocios con ellos, añadiendo una serie de filiales a listas negras estadounidenses.
El Departamento de Estado también incluyó a 531 miembros del ejército ruso en una lista negra de viajeros por acciones que amenazan o violan la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de Ucrania.
“Esta acción apoya nuestro objetivo de degradar la capacidad de Moscú para librar una guerra contra Ucrania, promover la rendición de cuentas de los responsables de la guerra de agresión rusa y los abusos asociados, y ejercer más presión sobre el sector de defensa ruso”, declaró el Secretario de Estado Antony Blinken.