Washington y Riad han iniciado pasos formales para firmar un acuerdo preliminar de cooperación en energía nuclear civil, según anunció el secretario de Energía de Estados Unidos, Chris Wright, durante una visita oficial a la capital saudí.
En declaraciones ofrecidas tras reunirse con el ministro saudí de Energía, el príncipe Abdulaziz bin Salman, Wright afirmó que ambos gobiernos ya se encuentran en una ruta compartida hacia la firma de un pacto destinado a desarrollar un programa nuclear civil en Arabia Saudita.
Durante su primera gira oficial por países del Golfo productores de energía, Wright indicó que el memorándum que definirá los detalles de esta colaboración energética se revelará antes de que finalice el año.
Según Wright, cualquier participación estadounidense en el desarrollo nuclear saudí requerirá la firma de un acuerdo 123, en alusión a la Sección 123 de la Ley de Energía Atómica de 1954, que establece condiciones esenciales para impedir el uso militar de tecnología nuclear civil.
A pesar de los avances en las negociaciones, Arabia Saudita no ha aceptado aún las condiciones impuestas por dicha sección. El acuerdo exige cumplir nueve criterios para garantizar la no proliferación nuclear y evitar la transferencia de materiales sensibles o la construcción de armas.
En el pasado, las conversaciones encontraron obstáculos debido a la negativa saudí a comprometerse con una renuncia explícita al enriquecimiento de uranio o al reprocesamiento de combustible usado, dos procesos que podrían emplearse para fabricar armas nucleares.
El príncipe heredero Mohammed bin Salman ha reiterado que si Irán accede a un arma nuclear, Arabia Saudita no se quedará atrás. Esta postura ha provocado alarma entre legisladores estadounidenses y organizaciones defensoras del control de armamento.
Mientras tanto, el Organismo Internacional de Energía Atómica ha advertido que Irán sigue avanzando hacia capacidades nucleares militares. La administración Trump, por su parte, reabrió el sábado las negociaciones con Teherán, aunque no se ha informado de logros concretos.
Wright limitó sus declaraciones al acuerdo nuclear civil con los saudíes. El anterior gobierno de Joe Biden había intentado incluir este pacto dentro de una propuesta más amplia que ofrecía garantías de seguridad a Riad y buscaba normalizar las relaciones saudíes con Jerusalén.
Esa normalización se ha vuelto cada vez más remota, especialmente con el rechazo del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu a un Estado palestino y en medio de la guerra en Gaza. En este nuevo escenario, funcionarios saudíes han comenzado a buscar acuerdos bilaterales más acotados, como el que anunció Wright.
Arabia Saudita, principal exportador de crudo a nivel mundial, pretende diversificar sus fuentes energéticas y reducir emisiones bajo el plan Visión 2030. La energía nuclear figura como uno de los pilares clave de esta transformación.