La Casa Blanca insistió en acusar a Rusia de violar los tratados de no proliferación nuclear y afirmó que el anuncio del presidente ruso, Vladimir Putin, quien aseguró que el Kremlin desarrolló un misil que no puede ser detectado, supone una confirmación de eso.
“El presidente Putin ha confirmado aquello que el Gobierno de Estados Unidos ha sabido desde el principio (…), que es que Rusia ha estado desarrollando armas desestabilizadoras durante una década, lo que supone una violación de sus obligaciones”, afirmó la portavoz de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders.
De esta manera, la Casa Blanca se sumó al discurso del Departamento de Defensa, que unas horas antes había afirmado que el anuncio del Kremlin no había “sorprendido” al Pentágono.
La reacción de Estados Unidos se produce horas después de que Putin anunciara durante su discurso sobre el estado de la nación, que Rusia desarrolló un misil balístico que tiene un “alcance prácticamente ilimitado” y que convierte en “inútil” el escudo antimisiles de EEUU.
A pesar de que el anuncio de Putin se produce después de que Estados Unidos presentara en enero su nueva Estrategia de Defensa Nacional (NDS) y en febrero su Revisión de la Postura Nuclear (NPR), Sanders aseguró que la situación no ha cambiado puesto que el presidente Donald Trump “entiende las amenazas” de “este siglo”.
En este sentido, cabe destacar que tanto la NDS como la NPR volvían a señalar a Rusia como una amenaza, después de años en que la Defensa estadounidense se ha centrado en combatir al terrorismo islamista.
Ambos documentos, elaborados por el Pentágono según las directrices de la Casa Blanca, abogaban por la necesidad de modernizar el arsenal nuclear estadounidense, entre otros motivos, por las constantes violaciones de Rusia, como el suministro a sus tropas de armas nucleares de bajo rendimiento.
Aunque el desarrollo de armas atómicas de bajo rendimiento no está contemplado en los tratados de no proliferación, Washington considera que su uso supone un factor desestabilizador en el actual escenario internacional puesto que suponen una ventaja definitiva en el campo de batalla sin tener que abrir la caja de Pandora nuclear.
Tras años de abogar por la disminución de su arsenal atómico, que se ha visto reducido en un 85% en las últimas décadas, el Pentágono consideraba su arsenal nuclear más como un elemento clave en su estrategia de disuasión que como una alternativa real en caso de conflicto.
“(Trump) está decidido a proteger a nuestro país y promover la paz mediante la fuerza”, advirtió Sanders.