El ministro de Asuntos Exteriores de Egipto alertó el domingo sobre el peligro de una guerra regional a medida que se agravaban los enfrentamientos entre Israel y el grupo terrorista libanés Hezbolá, destacando que la escalada ha afectado negativamente las negociaciones de tregua y liberación de rehenes entre Israel y Hamás en Gaza.
Badr Abdelatty, ministro egipcio, emitió estas declaraciones antes de una reunión de líderes mundiales en las Naciones Unidas, en Nueva York, donde varias potencias internacionales pidieron tanto a Israel como a Hezbolá que evitaran una escalada total. “Existe una gran preocupación por la posibilidad de una escalada que podría desencadenar una guerra regional”, comentó Abdelatty a la agencia AFP desde la sede de la ONU. Además, mencionó que el reciente aumento de la violencia ha dificultado aún más las conversaciones para un alto el fuego.
No obstante, el ministro afirmó que Egipto, junto con Qatar y Estados Unidos, sigue comprometido en los esfuerzos por alcanzar un acuerdo de tregua. A pesar de meses de intentos, las negociaciones entre las partes implicadas aún se encuentran distantes en varios puntos clave. “Todos los componentes del acuerdo están listos”, señaló Abdelatty, añadiendo que la falta de voluntad política por parte de Israel es el mayor obstáculo, aunque Estados Unidos, como mediador, ha responsabilizado directamente a Hamás.
El diplomático también acusó a Israel de emplear “políticas provocadoras” que han intensificado la guerra con Hezbolá, respaldado por Irán. En sus palabras, Egipto ha mantenido diálogos con sus socios internacionales, incluido Estados Unidos, para detener la escalada y las acciones unilaterales de Israel, advirtiendo que una guerra regional no beneficiaría a ninguna de las partes involucradas.
Estas declaraciones se produjeron tras reuniones que Abdelatty sostuvo en Washington con funcionarios estadounidenses, como Amos Hochstein, asesor de la Casa Blanca, quien lidera los esfuerzos para alcanzar un alto el fuego entre Israel y Hezbolá.
Por su parte, el presidente de Egipto, Abdul Fatah el Sisi, se comprometió el miércoles pasado a redoblar los esfuerzos para lograr una tregua en Gaza durante conversaciones con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken. Blinken subrayó que la mejor manera de contener la violencia en el Medio Oriente sería mediante un cese al fuego. “Un alto el fuego es la mejor oportunidad para abordar la crisis humanitaria en Gaza y los riesgos para la estabilidad regional”, declaró Blinken.
Este es el décimo viaje de Blinken a la región desde que comenzó la guerra, tras el ataque perpetrado por Hamás el 7 de octubre en Israel, que dejó alrededor de 1.200 víctimas mortales, la mayoría de ellas civiles, asesinadas en sus hogares o en un festival de música. Además, 251 personas fueron secuestradas, de las cuales 97 aún permanecen cautivas, incluyendo 33 que el ejército israelí ha dado por muertas.
El Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, asegura que más de 41.000 personas han muerto o se presume que han muerto en la guerra en la Franja de Gaza hasta el momento. No obstante, estas cifras no pueden verificarse y no se distingue entre víctimas civiles y combatientes. Por su parte, Israel sostiene haber matado a unos 17.000 combatientes en combate, además de otros 1.000 terroristas que murieron dentro de su territorio el 7 de octubre.
Israel también afirma que intenta reducir al mínimo las bajas civiles, pero señala que Hamás utiliza a los residentes de Gaza como escudos humanos, librando combates desde áreas densamente pobladas, incluyendo viviendas, hospitales, escuelas y mezquitas.