CAIRO – Egipto está abriendo dos de sus primeras pirámides, situadas a unos 40 kilómetros (25 millas) al sur de la capital, El Cairo, a los visitantes por primera vez desde 1965.
El ministro de Antigüedades, Khaled el-Anany, también dijo el sábado a los periodistas que los arqueólogos egipcios han descubierto una colección de sarcófagos de piedra, arcilla y madera, algunos de ellos con momias, en la necrópolis real de Dahshur.
La famosa pirámide “acodada” construida por el faraón Seneferu es una estructura de 101 metros situada al sur de El Cairo que marca un paso crucial en el diseño de estos monumentos.
Ahora los turistas podrán bajar por un túnel desde la cara superior norte de la pirámide y descender hasta dos de las cámaras al interior de la estructura de 4.600 años de antigüedad.
Además, podrán ingresar a una “pirámide lateral” de 18 metros de alto, posiblemente edificada para su esposa, la reina Hetepheres, y que ha sido abierta por primera vez desde una excavación en 1956.
La pirámide “acodada” es una de las dos construidas por el faraón Seneferu, fundador de la cuarta dinastía egipcia, en Dahshur, ubicada en el extremo sur de la metrópolis de Memphis que empieza en Giza.
Su apariencia es inusual. Los primeros 49 metros, que en gran parte han mantenido su suave revestimiento de piedra caliza, fueron construidos en un ángulo inclinado de 54 grados, antes de disminuir en la sección superior.
La forma angular contrasta con los lados rectos de la Pirámide “Roja” de Seneferu, justo al norte, la primera de las pirámides completamente formadas del antiguo Egipto y el siguiente paso hacia la Gran Pirámide de Giza.
Los arqueólogos también encontraron máscaras funerarias de madera junto con instrumentos utilizados para cortar piedras, que datan del período tardío (664-332 a.C.).
Egipto espera que estos descubrimientos estimulen el turismo, que en parte está impulsado por el turismo de antigüedades, muy afectado por la agitación política que siguió a la sublevación de 2011.