La gente ya ha visto suficiente de la torpeza del presidente Joe Biden y de su administración con respecto a la retirada de Afganistán y ahora quiere que dimita.
En la última muestra impactante de la caída libre del presidente en las encuestas, el último sondeo de Rasmussen Reports reveló que una mayoría, el 52%, quiere que Biden dimita solo por la retirada. Solo el 39% está en desacuerdo, muy lejos de su base política.
Pero, como han mostrado otros sondeos, los probables votantes encuestados no quieren que la vicepresidenta Kamala Harris intervenga, por considerarla poco cualificada.
Los datos, compartidos de antemano con Secretos, se hermanan con el índice semanal de aprobación del trabajo del presidente, que también muestra que la nación, por ahora, se ha rendido ante el envejecido presidente que a veces parece torpe.
El índice de aprobación de Biden también está cayendo en picado y se sitúa más o menos en el nivel de aprobación y desaprobación que las encuestadorasd daban al expresidente Donald Trump a estas alturas de su presidencia.
Los esfuerzos del presidente por defender la retirada y dirigir la atención del público a otros asuntos han fracasado, según la encuesta.
Rasmussen reveló que el 60% de los votantes está de acuerdo con una declaración realizada la semana pasada por el senador republicano de Carolina del Sur, Lindsey Graham: “Creo que Joe Biden merece ser destituido porque ha abandonado a miles de afganos que lucharon con nosotros y va a abandonar a algunos ciudadanos estadounidenses porque capituló ante los talibanes hasta el 31 de agosto”.
Mientras algunos han hablado de la palabra “I”, la representante de Georgia Marjorie Taylor Greene ha presentado un paquete para impugnar a Biden. Reiteró su llamamiento tras el fracaso de la retirada, diciendo: “Es hora de que el Congreso haga responsable a esta administración. Joe Biden debe ser destituido. Inmediatamente”.
Por suerte para Biden, su salvavidas parece ser su vicepresidenta y su aún peor posición entre el público.
Rasmussen descubrió -de nuevo, como otras encuestas- que la mayoría no cree que la ex senadora de California esté capacitada para el cargo.
Solo el 38% dijo que está “cualificada” para ser presidenta, mientras que un considerable 58% dijo que no lo está. Y el 47% dijo que “no está en absoluto cualificada”, la calificación más baja de la encuesta.