NUEVA YORK – En reacción a la noticia del fallecimiento de la Reina Isabel II, el Presidente del Congreso Judío Mundial, Ronald S. Lauder, dijo
«El Congreso Judío Mundial y sus más de 100 comunidades judías de todo el mundo se unen a la nación y al pueblo del Reino Unido, y a la judería británica en el duelo por el fallecimiento de la Reina Isabel II, durante cuyo reinado de 70 años las comunidades judías de Gran Bretaña, Escocia, Gales, Irlanda del Norte y de toda la Commonwealth han florecido y crecido en paz y seguridad. La de la Reina Isabel fue una vida de servicio y fe, en la que el amor a la patria, a la Commonwealth, a Dios y a la familia era el valor supremo.
«Ella y su familia fueron símbolos queridos de la resistencia a la tiranía nazi, negándose a abandonar Londres en los peores momentos del Blitz y solidarizándose bajo el asedio con sus compatriotas. La joven princesa Isabel fue una inspiración y una fuente de consuelo para Ana Frank en su escondite de Ámsterdam y, en 2015, ella y su difunto marido, el príncipe Felipe, visitaron el antiguo campo de concentración nazi de Bergen-Belsen, en el norte de Alemania, donde murió Ana Frank, para conmemorar su liberación por las tropas británicas. La negativa de la reina Isabel a acobardarse ante el mal, sino a combatirlo con todas las formidables fibras de su carácter, será una inspiración para las generaciones venideras.
«En nombre de las comunidades judías de todo el mundo, expreso nuestras más profundas condolencias a su familia y a la nación y al pueblo del Reino Unido. Que su memoria y su ejemplo sean una bendición».