En su audiencia general en la Plaza de San Pedro, el Papa León XIII expresó un enérgico llamamiento para detener la violencia en la Franja de Gaza. Las súplicas de padres y madres que sostienen los cuerpos sin vida de sus hijos resuenan con fuerza, afirmó el pontífice, al destacar la tragedia humanitaria que sacude la región.
A las autoridades involucradas, el Papa instó con firmeza a poner fin a los enfrentamientos armados. Además, demandó la inmediata liberación de todos los rehenes y el cumplimiento estricto del derecho internacional humanitario por parte de Israel y el grupo terrorista Hamás.
El líder de la Iglesia, elegido el 8 de mayo tras la muerte del Papa Francisco, también abogó por el cese de las hostilidades en Ucrania, subrayando la urgencia de paz en los conflictos globales.