El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) dijo el domingo que retirará todas sus fuerzas de Turquía hacia el norte de Irak y pidió a Ankara que adopte medidas legales para proteger el proceso de paz.
El PKK renunció formalmente a su lucha armada contra Turquía en mayo, con lo que puso fin a cuatro décadas de violencia que se ha cobrado unas 50.000 vidas.
“Estamos implementando la retirada de todas nuestras fuerzas dentro de Turquía”, dijo el PKK en un comunicado leído en una ceremonia en la zona de Qandil, en el norte de Irak, según un periodista de AFP presente. El grupo publicó una imagen que mostraba a 25 combatientes, entre ellos ocho mujeres, que ya habían viajado desde Turquía.
El PKK instó a Turquía a tomar las medidas legales necesarias para avanzar en el proceso, que comenzó hace un año cuando Ankara ofreció una rama de olivo inesperada a su líder encarcelado, Abdullah Öcalan. “Los pasos legales y políticos requeridos por el proceso. y las leyes de libertad e integración democrática necesarias para participar en la política democrática deben implementarse sin demora”, dijo.
“Se deben tomar medidas significativas, arreglos legales para un proceso compatible con la libertad”, dijo el militante del PKK Sabri Ok a los periodistas en la ceremonia, en referencia a las leyes que rigen el destino de quienes renuncian a la lucha armada. “Queremos leyes que sean específicas para el proceso, no solo una amnistía”.
El grupo ha señalado que desea emprender una lucha democrática para defender los derechos de la minoría kurda en línea con un llamado histórico de Öcalan.
Turquía comenzó conversaciones indirectas con el PKK a fines del año pasado, en un paso respaldado por el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, quien elogió como una victoria para Turquía la decisión del PKK de iniciar la destrucción de armas en julio.
Turquía también creó una comisión parlamentaria multipartidista que trabaja para sentar las bases del proceso de paz, lo que implica preparar el marco legal para la integración política del PKK y de sus combatientes. “Se deben hacer leyes y enmiendas especiales. esta es una situación específica del PKK”, dijo Ok. “Esperamos que las autoridades cumplan con sus responsabilidades en este proceso”.
La comisión parlamentaria de 48 miembros también tiene la tarea de decidir el destino de Öcalan, el líder del grupo de 76 años, que ha estado recluido en régimen de aislamiento en la isla prisión de Imrali, cerca de Estambul, desde 1999. Su liberación ha sido fundamental para las demandas del PKK.
Los analistas señalan que, con el PKK debilitado y el público kurdo agotado por décadas de violencia, la oferta de paz de Turquía le dio a Öcalan la oportunidad de concretar el alejamiento de la lucha armada.
En julio, el PKK celebró una ceremonia simbólica en las montañas del norte de Irak en la que destruyó un primer lote de armas, acto que Turquía aclamó como “un punto de inflexión irreversible”.
El DEM, el tercer partido más grande de Turquía, ha desempeñado un papel clave en la facilitación de un acuerdo de paz emergente, y medios turcos informaron que una delegación del partido se reuniría con Erdogan en los próximos días antes de viajar para ver a Öcalan en la isla de Imrali.
