El primer ministro libanés, Nawaf Salam, acusa a Israel de negarse a entablar negociaciones sobre las disputas fronterizas y de no respetar los términos del alto el fuego, según una entrevista con Bloomberg publicada esta mañana.
La entrevista tiene lugar días antes del primer aniversario del alto el fuego entre Israel y Líbano, que puso fin a más de un año de combates con el grupo terrorista Hezbolá. El alto el fuego se ha mantenido casi intacto, aunque Israel ataca con regularidad lo que considera amenazas de Hezbolá en el sur del Líbano y alega que el acuerdo le concede esa facultad.
Ahora, sin embargo, Salam afirma que Jerusalén no ha mostrado disposición a dialogar con Beirut para resolver una disputa fronteriza que ha provocado que tropas de las FDI permanezcan estacionadas en cinco puntos clave del lado libanés de la frontera, incluso después de que el resto del ejército israelí se retiró.
“Piden negociaciones y, cuando mostramos disposición, no aceptan el acuerdo”, declara Salam a Bloomberg y añade que planea plantear el asunto a Estados Unidos, que supervisó el alto el fuego.
Sostiene que los lugares que Israel aún controla dentro del Líbano “no tienen valor militar ni de seguridad” y que se utilizan como “una herramienta para presionar a los libaneses”.
En respuesta a las críticas israelíes de que el ejército libanés no se despliega con la rapidez necesaria en el sur del Líbano, Salam asegura que las fuerzas armadas de su país avanzan tan rápido como sus recursos se lo permiten, aunque operan con limitaciones.
“Necesitamos reclutar a más personas para el ejército, necesitamos equipar mejor al ejército y necesitamos aumentar los salarios de los militares”, afirma.
Aun así, afirma que Beirut sigue “en camino” de desplegarse por completo en el sur del país antes de finales de mes y aspira a desmilitarizar a Hezbolá allí, una condición del acuerdo de alto el fuego que el grupo terrorista respaldado por Irán ha rechazado de forma reiterada.
