El primer ministro francés, François Bayrou, acusó a activistas franceses que zarparon en un barco con ayuda humanitaria hacia Gaza de explotar el conflicto palestino-israelí para obtener réditos políticos.
Entre los tripulantes del velero Madleen, interceptado por fuerzas israelíes en aguas internacionales frente a Gaza, figuraba Rima Hassan, eurodiputada del partido de extrema izquierda Francia Insumisa (LFI) y de origen palestino. Los activistas buscaban visibilizar la crisis humanitaria en Gaza, región devastada por la guerra.
La interceptación ocurrió tras múltiples advertencias a los 12 tripulantes para que no se acercaran a la costa gazatí. Cuatro activistas franceses, incluida Hassan, permanecen detenidos en Israel, mientras que otros cuatro, de distintas nacionalidades, también están bajo custodia.
Cuatro tripulantes, entre ellos dos franceses y la activista sueca Greta Thunberg, aceptaron la deportación inmediata tras recibir una prohibición de entrada a Israel por 100 años. Los ocho detenidos, incluida Hassan, rechazaron firmar documentos que los obligaban a abandonar el país, por lo que enfrentan una deportación programada para finales de esta semana.
Bayrou, al responder en la Asamblea Nacional a Mathilde Panot, líder de LFI, quien criticó la falta de condena a Israel, afirmó: “Estos activistas lograron el impacto que buscaban, pero es una instrumentalización que debemos rechazar”.
El primer ministro defendió que la solución al conflicto requiere “acción diplomática y esfuerzos conjuntos de varios estados para presionar al gobierno israelí”, y no gestos mediáticos.
Criticó directamente a Hassan: “Las acciones de la señora Rima Hassan, que utiliza el sufrimiento de los habitantes de Gaza, no contribuyen a alcanzar estos objetivos”.
Bayrou confirmó que el cónsul francés visitó a los cuatro activistas franceses detenidos para brindarles asistencia.