El rey Abdullah II de Jordania aceptó una invitación para visitar la Casa Blanca y encontrarse con el presidente estadounidense Donald Trump a finales de mes, según informó este domingo el palacio real jordano.
Esta será su primera reunión presencial desde que Trump retomó la presidencia y comenzó a promover la idea de “limpiar” la Franja de Gaza, sugiriendo el reasentamiento de sus habitantes en Egipto o Jordania. Ambos países, junto con otras naciones de la región, han rechazado categóricamente esta propuesta. A pesar de ello, Trump insistió: “Lo harán”.
El mandatario estadounidense declaró la semana pasada que había conversado con el rey Abdullah y le expresó: “Me gustaría que se hiciera cargo de más cosas. Estoy observando la situación en Gaza y es un verdadero desastre. Me gustaría que él se ocupara de la gente”. Consultado sobre si su propuesta era temporal o permanente, Trump respondió: “Podría ser cualquiera de las dos”.
“Estamos hablando de aproximadamente un millón y medio de personas. Simplemente limpiamos toda esa zona. A lo largo de los siglos ha habido muchos conflictos en ese lugar, y algo debe suceder”, agregó durante declaraciones a periodistas en el Air Force One.
En una visita a Bruselas el miércoles, el rey Abdullah reafirmó ante funcionarios europeos la postura de Jordania respecto a la necesidad de que los palestinos permanezcan en su tierra y obtengan sus derechos legítimos mediante una solución de dos Estados. El ministro de Asuntos Exteriores jordano, Ayman Safadi, expresó el lunes en términos similares que «cualquier discusión sobre una patria alternativa [para los palestinos]… es inaceptable».
El sábado, en El Cairo, diplomáticos de Egipto, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Qatar rechazaron cualquier plan de desplazamiento forzoso de palestinos. En una declaración conjunta, los representantes subrayaron: “Rechazamos cualquier intento de comprometer los derechos inalienables de los palestinos, ya sea a través de actividades de asentamiento, desalojos, anexiones o cualquier otra medida para despojarles de sus tierras”.
Ese mismo día, Trump mantuvo su primera conversación desde los polémicos comentarios con el presidente egipcio Abdel Fattah el-Sissi. Los comunicados oficiales de ambos países no mencionaron el asunto, limitándose a tratar el acuerdo de alto el fuego y la liberación de rehenes entre Israel y el grupo terrorista Hamás, así como los esfuerzos por la paz en la región.
En otro tema, el canal Al-Aqsa de Hamás informó el domingo que Jordania habría solicitado la deportación de Ahlam al-Tamimi, una reconocida terrorista palestina. El breve mensaje publicado en Telegram, basado en “fuentes”, no ofreció detalles adicionales.
Diversos grupos de defensa de víctimas del terrorismo llevan años pidiendo la extradición de Tamimi a Estados Unidos por su participación en el atentado suicida en la pizzería Sbarro de Jerusalén en 2001, en el que murieron 16 civiles, incluidos siete niños y una mujer embarazada. Tamimi vive en Jordania desde que fue liberada en 2011 como parte de un intercambio de prisioneros entre Israel y Hamás, que permitió la liberación del soldado israelí Gilad Shalit.
Aunque en 2022 Interpol canceló una orden de arresto contra Tamimi, Estados Unidos sigue ofreciendo una recompensa de hasta cinco millones de dólares por información que lleve a su captura o condena.