El embajador de Estados Unidos en Turquía y enviado especial para Siria, Tom Barrack, afirmó que la reciente guerra entre Israel e Irán ha creado una oportunidad única para modificar el panorama de Oriente Medio. En una entrevista con la agencia de noticias turca Anadolu, el diplomático señaló la necesidad de que Siria y Líbano firmen acuerdos de paz con Israel con el fin de lograr estabilidad regional.
Barrack indicó que el presidente interino de Siria, Ahmed al-Sharaa, expresó una postura abierta hacia la reconciliación. “El presidente al-Sharaa ha manifestado que no guarda odio hacia Israel y desea paz en esa frontera”, aseguró el enviado. Además, expresó su convicción de que también sería posible llegar a un entendimiento con Líbano.
El diplomático explicó que Turquía ha ejercido una función relevante en este proceso, especialmente después del derrocamiento de Bashar al-Asad a finales de 2024. “Los avances en Siria han ocurrido en gran parte por la intervención de Turquía”, afirmó Barrack, aludiendo al respaldo de Ankara a la coalición rebelde que ahora forma parte del gobierno interino sirio.
La declaración de Barrack coincide con los intentos del presidente Donald Trump de promover la paz en la región. En su intervención, el enviado sostuvo que la guerra de 12 días entre Israel e Irán, que concluyó con un alto el fuego anunciado el 24 de junio de 2025, representa una nueva posibilidad para establecer una convivencia pacífica. “Lo que ocurrió entre Israel e Irán permite decir: ‘Pausa. Abramos un nuevo camino’”, afirmó.
Desde la creación del Estado de Israel en 1948, las relaciones con Siria han estado determinadas por conflictos, incluida la Guerra de los Seis Días en 1967, cuando Israel ocupó las Alturas del Golán, un territorio sirio de valor estratégico. La falta de acuerdos de paz formales entre ambos países destaca la importancia de las afirmaciones de Barrack, quien propone comenzar un diálogo con un “pacto de no agresión” como punto de partida para establecer una relación distinta.