ESTAMBUL, Turquía – El presidente turco Recep Tayyip Erdogan criticó duramente el sábado la medida de Austria de cerrar mezquitas y expulsar a los imanes financiados por Turquía, criticando la decisión como antiislámica y prometiendo una respuesta.
“Me temo que estas medidas tomadas por el primer ministro austriaco conducen al mundo hacia una guerra entre la cruz y la media luna”, dijo Erdogan en un discurso en Estambul.
La media luna es un símbolo asociado con el Islam.
Sus comentarios se produjeron un día después de que el gobierno austriaco anunciara que podría expulsar hasta a 60 imanes que cuentan con fondos turcos y sus familias, y cerraría siete mezquitas como parte de una ofensiva contra el “Islam político”, provocando furia en Ankara.
El ministro del Interior Herbert Kickl del partido de derecha Freedom Party (FPOe), el socio menor del gobierno de coalición de Austria, dijo que la medida afectaba a imanes con supuestos vínculos con la organización turco-islámica de asociaciones culturales (ATIB), una filial de la agencia de asuntos religiosos turca Diyanet .
Kickl agregó que el gobierno sospecha que contravienen la prohibición de fondos extranjeros para los titulares de cargos religiosos.
Un portavoz presidencial turco había descrito el viernes la movida austríaca como “un reflejo de la ola populista antiislámica, racista y discriminatoria en este país”.
Sin embargo, otros líderes de derecha europeos dieron la bienvenida al anuncio.
Incluso los partidos de oposición de Austria apoyaron ampliamente el anuncio del viernes, y los socialdemócratas de centroizquierda lo calificaron como “la primera acción sensata que ha hecho este gobierno”.
Pero el Partido Verde señaló que podría servir como una victoria de propaganda para el gobierno turco.
Erdogan, hablando el sábado, dijo: “Dicen que van a echar a nuestros hombres religiosos de Austria. ¿Crees que no reaccionaremos si haces tal cosa?
“Eso significa que tendremos que hacer algo”, agregó sin dar más detalles.
Alrededor de 360,000 personas de origen turco viven en Austria, incluidos 117,000 ciudadanos turcos.
Las relaciones entre Ankara y Viena han estado tensas desde un golpe fallido contra Erdogan en 2016, que fue seguido por una ola de arrestos.
El discurso de Erdogan se produce en el período previo a las elecciones presidenciales y legislativas del 24 de junio en las que enfrenta una fuerte oposición.
El gobierno austríaco ha prohibido a los funcionarios turcos celebrar reuniones en el país antes de las urnas.