El gobierno español despidió el martes al director de la principal agencia de inteligencia del país tras el presunto hackeo de teléfonos móviles de políticos, incluidos los dispositivos del presidente del gobierno y de varios partidarios de la secesión de la región de Cataluña.
El Centro Nacional de Inteligencia, o CNI, ha sido objeto de críticas por su papel en el espionaje de los separatistas catalanes y por tardar un año entero en descubrir que los teléfonos del presidente del Gobierno y de los principales responsables de defensa y seguridad estaban infiltrados, posiblemente por una potencia extranjera.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, que estaba entre los objetivos del hackeo denunciado, anunció tras la reunión del Consejo de Ministros que Paz Esteban sería relevada como directora del CNI.
El hecho de que el supuesto hackeo de los teléfonos del Gobierno “haya tardado un año en descubrirse, pues está claro que hay cosas que tenemos que mejorar”, dijo Robles. “Vamos a intentar que estos ataques no se repitan, aunque no hay forma de estar completamente seguros”.
La sustituta de Esteban será Esperanza Casteleiro, “una mujer que ha trabajado durante casi 40 años” en la agencia de inteligencia, dijo Robles. Casteleiro ocupó recientemente el cargo de secretaria de Defensa, desde 2020.
Esteban reconoció durante una comparecencia en comisión parlamentaria a puerta cerrada la semana pasada que, con permiso judicial, su agencia había hackeado los teléfonos de varios separatistas catalanes.
En un caso aparte, el Gobierno reveló recientemente que una potencia “externa” infectó el año pasado los móviles de Robles y del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con el programa espía Pegasus de la empresa israelí NSO.
El teléfono del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, jefe de la policía española y de los organismos de control de fronteras, también fue infectado con el software espía al mismo tiempo que el teléfono del ministro de Defensa.
El Gobierno español se ha negado a especular públicamente sobre quién podría haber entrado en los teléfonos. Los ataques a los teléfonos de Sánchez y de dos de sus ministros tuvieron lugar en mayo y junio de 2021, coincidiendo con una ruptura diplomática entre Marruecos y España.
La coalición minoritaria de izquierdas de Sánchez ha tenido que contar a menudo con los votos del Parlamento de los partidos separatistas catalanes, que han amenazado con retirar su apoyo si el Gobierno no acepta la responsabilidad del supuesto hackeo.
El líder de los conservadores de la oposición española, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, criticó la decisión de destituir a Esteban. Dijo que el gobierno la había sacrificado a los separatistas catalanes.
“Es una monstruosidad que Sánchez ofrezca la cabeza del director del CNI a los separatistas, debilitando una vez más al Estado para asegurar su supervivencia”, escribió en Twitter el presidente del Partido Popular, Alberto Nuñez Feijóo.
Esteban, de 64 años, se convirtió en la primera mujer al frente del CNI en julio de 2019, inicialmente de forma interina. Su nombramiento se hizo permanente en febrero de 2020.
El anterior director del CNI había recibido críticas por no haber frenado en 2017 los preparativos de los separatistas catalanes para celebrar un referéndum de independencia que había sido considerado ilegal por los máximos tribunales españoles.
El presunto hackeo de teléfonos de más de 60 políticos, abogados y activistas catalanes fue denunciado el mes pasado en un informe del grupo de derechos digitales Citizen Lab, con sede en Canadá.
La lista de teléfonos que supuestamente fueron infectados por el programa espía Pegasus, que NSO dice que sólo vende a las agencias gubernamentales, incluye al actual jefe regional de Cataluña. El informe de Citizen Lab dice que los hackeos comenzaron a finales de 2019, con Esteban al frente del CNI.
Robles ha defendido que se apunte a los políticos catalanes por su implicación en una trama separatista que intentó y fracasó separar a Cataluña del resto de España hace cinco años.
Gabriel Rufián, portavoz parlamentario del partido catalán ERC, dijo que la destitución de Esteban no tenía que ver con el apaciguamiento de los separatistas. Señaló que el CNI también ha sido acusado de descuidar la seguridad tecnológica de los altos cargos del Gobierno.
“Parece lógico, con todos mis respetos a Esteban, que en un país que admite que los teléfonos del presidente del Gobierno y del ministro de Defensa han sido espiados ilegalmente, el jefe del CNI asuma la responsabilidad”, dijo Rufián.