MADRID (AP) – Las autoridades españolas dijeron el lunes que los teléfonos móviles del presidente del Gobierno y de la ministra de Defensa fueron infectados el año pasado con el programa espía Pegasus, que solo está disponible para las agencias gubernamentales, en una operación no autorizada.
El teléfono móvil del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, fue violado dos veces en mayo de 2021, y el dispositivo de la ministra de Defensa, Margarita Robles, fue atacado una vez al mes siguiente, dijo el lunes el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, en una conferencia de prensa convocada a toda prisa.
Dijo que las brechas resultaron en una cantidad significativa de datos obtenidos, y que los informes que detallan el hackeo han sido trasladados a la Audiencia Nacional de España para una mayor investigación.
“No tenemos ninguna duda de que se trata de una intervención ilícita y no autorizada”, dijo Bolaños. “Viene de fuera de los organismos del Estado y no tenía autorización judicial”.
El gobierno español liderado por los socialistas está bajo presión para explicar por qué los teléfonos móviles de decenas de personas relacionadas con el movimiento separatista en la región nororiental de Cataluña fueron infectados con Pegasus entre 2017 y 2020, según Citizen Lab, un grupo de expertos en ciberseguridad afiliado a la Universidad de Toronto.
Las revelaciones implican al menos a 65 personas, entre las que se encuentran cargos electos, abogados y activistas, atacados con el software de dos empresas israelíes, Candiru y NSO Group, desarrolladora de Pegasus.
El software espía se infiltra silenciosamente en los teléfonos u otros dispositivos para recopilar datos y potencialmente espiar a sus propietarios.
El gobierno regional catalán ha acusado al Centro Nacional de Inteligencia de España, o CNI, de espiar a los separatistas, y declaró que las relaciones con las autoridades nacionales estaban “en suspenso” hasta que se ofrezcan explicaciones completas y se castigue a los responsables.
El conservador Partido Popular, o PP, estaba en el poder en 2017, cuando los separatistas catalanes declararon la independencia tras un referéndum no autorizado, aunque no se tomaron más medidas para ejecutar la declaración. El PP se mantuvo en el poder hasta mediados de 2018, cuando fue destituido por Sánchez en una votación parlamentaria.
ERC, el principal partido político de Cataluña y aliado crucial del Gobierno, ha pedido la dimisión de Robles, la ministra de Defensa. Pero el escándalo de espionaje les ha dejado expuestos a la presión de los separatistas más radicales, que piden acabar con el apoyo a la coalición de centro-izquierda de Sánchez en el Parlamento nacional.
El Gobierno central ha intentado atenuar sus preocupaciones con promesas de total transparencia, anuncios de planes para una investigación interna por parte de la agencia de inteligencia del país y una investigación separada por parte del Defensor del Pueblo español.
También se ha creado una comisión parlamentaria especial sobre secretos de Estado y se espera que el jefe del CNI sea interrogado por los legisladores a finales de esta semana, aunque las discusiones en torno a cuestiones de seguridad del Estado no deben hacerse públicas.