China está usando su ascenso tecnológico para desarrollar un “autoritarismo digital” para llevar a cabo la vigilancia y censurar la información no solo dentro de sus fronteras, sino en todo el mundo, según un informe del Senado de los Estados Unidos el martes.
El informe, dirigido por el senador Bob Menéndez, el principal demócrata en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, y llevado a cabo por personal demócrata, señala que China utiliza tecnologías como la inteligencia artificial y la biometría para hacer un seguimiento de sus ciudadanos y controlar la información.
La publicación del informe se produce en un momento en que las relaciones entre Washington y Pekín son cada vez más tensas, con el presidente Donald Trump culpando a China de la pandemia de coronavirus, que él llama el “Virus de China”, y burlándose del comercio, los derechos humanos y la acumulación militar de Pekín en el Mar del Sur de China.
Washington también ha estado presionando a los aliados para que excluyan los productos de Huawei Technologies de China de las redes 5G, considerando a la empresa como una amenaza a la seguridad, y está preparando el terreno para que se le impongan sanciones a ella y a otras empresas chinas.
El informe discute nuevas leyes que refuerzan el control de Pekín sobre la información, y grandes inversiones del gobierno en compañías que desarrollan tecnologías que apoyan estos esfuerzos.
Menciona que China exporta tecnologías digitales para aumentar su influencia en otros lugares y busca más influencia en organizaciones internacionales como la Organización Mundial del Comercio y la Organización Mundial de la Salud.
“China está ejecutando un plan a largo plazo para dominar el espacio digital”, indica el informe, acusando a Pekín de buscar socavar las instituciones y los valores democráticos.
El informe incluye recomendaciones para el gobierno de los Estados Unidos y especialmente el Congreso, para contrarrestar el ascenso de China. Entre ellas se incluye la legislación para crear un consorcio público-privado que desarrolle una alternativa estadounidense a la tecnología 5G de China y un “Fondo de Promoción de los Derechos Digitales” para hacer retroceder el uso de la vigilancia masiva por parte de China.
También respalda la apertura de una academia de servicio militar cibernético, y que el presidente de los Estados Unidos lidere una coalición de países para trabajar juntos para contrarrestar a China.