Una nueva serie de bombardeos estadounidenses alcanzó múltiples zonas bajo control hutí en Yemen durante la noche, dejando al menos un muerto y varios heridos, de acuerdo con medios afiliados a los rebeldes. La intensidad de estos ataques superó la de jornadas anteriores desde que Washington reanudó su ofensiva aérea este mes.
Entre los lugares impactados figuran la capital, Saná, y las gobernaciones de al-Jawf y Saada. En esta última, según la agencia de noticias SABA, un civil murió y cuatro personas resultaron heridas. El reporte, difundido por medios controlados por los hutíes, afirma que las víctimas no portaban uniforme militar, aunque especialistas sostienen que los insurgentes podrían estar ocultando la magnitud real de las bajas, dado que los objetivos eran instalaciones militares y de inteligencia administradas por los propios rebeldes.
El gobierno de Estados Unidos no ha confirmado oficialmente su responsabilidad en los bombardeos, como tampoco lo han hecho los hutíes. El acceso a los sitios afectados permanece bajo un control estricto de los rebeldes, lo que limita la verificación independiente de los hechos. No obstante, fuentes en Yemen aseguran que los ataques del viernes en Saná y otras zonas fueron más numerosos e intensos que en días previos de la misma campaña iniciada el 15 de marzo.
CENTCOM Forces Attack Houthi Positions…#HouthisAreTerrorists pic.twitter.com/6pOZhOmTp6
— U.S. Central Command (@CENTCOM) March 28, 2025
Desde principios de marzo, Washington ha incrementado los ataques aéreos contra posiciones hutíes, en respuesta a las amenazas del grupo rebelde de intensificar sus ofensivas contra Israel y contra buques que transitan por el mar Rojo. Esta escalada se enmarca en un conflicto más amplio que se desató tras el ataque del grupo terrorista Hamás contra el sur de Israel en octubre de 2023, que dejó 1.200 muertos y 251 rehenes.
En noviembre de ese año, los hutíes empezaron a lanzar ataques con misiles y drones contra embarcaciones comerciales, argumentando que sus objetivos estaban vinculados a Israel. Sin embargo, varios de los buques atacados no tenían relación conocida con ese país. Los rebeldes interrumpieron temporalmente su ofensiva en enero, tras el acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás, pero posteriormente reanudaron los ataques.
El lema de los hutíes, “Muerte a Estados Unidos, muerte a Israel, una maldición sobre los judíos”, sigue siendo central en su propaganda. Esta nueva serie de bombardeos coincide con un escándalo político en Estados Unidos, después de que se filtrara que altos funcionarios del país compartieron información confidencial sobre los ataques aéreos en un grupo de mensajería que incluía por error a un periodista.
The Wall Street Journal reveló que los operativos se basaron en datos de inteligencia israelí obtenidos a través de una fuente humana en Yemen.