Durante una rueda de prensa en Londres, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, junto a su homólogo británico, David Lammy, reafirmó la determinación de ambas naciones para “poner fin a la guerra en Gaza lo antes posible”.
Según Blinken, su país está colaborando de manera estrecha con Qatar y Egipto para cerrar las últimas diferencias y alcanzar un acuerdo viable.
Blinken comentó que están trabajando en una nueva fórmula para un pacto y que “muy pronto se presentará ante las partes implicadas para evaluar su respuesta”. Sin embargo, tanto los negociadores israelíes como los estadounidenses han mostrado pesimismo en los últimos días.
Pese a ello, Blinken subrayó que más del 90% de los puntos del acuerdo ya están resueltos, restando solo “un puñado de cuestiones difíciles, pero solucionables”. Añadió que existe un “interés fuerte en toda la región” por alcanzar un alto el fuego, señalando que es “claramente en interés de Israel”.
Por su parte, Lammy respaldó la evaluación del progreso del 90%, describiéndola como “totalmente correcta”. Además, expresó que ahora el desenlace del acuerdo depende de la decisión del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el líder de Hamás, Yahya Sinwar, para “cruzar la línea y aceptar lo que está sobre la mesa”.
Lammy destacó también que “Hamás no puede tener ningún papel en el futuro”, aunque Blinken no hizo referencia directa a la derrota de Hamás en sus declaraciones.
Finalmente, Blinken destacó la amenaza que representa Irán y su eje para Israel, y afirmó que Estados Unidos está dispuesto a “actuar conjuntamente para ayudar a Israel a defenderse en el futuro”.