El director del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad (NCSC), William Evanina, advirtió el viernes que los actores extranjeros, a saber, Rusia, China e Irán, están tratando de interferir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2020.
A menos de 100 días de las elecciones, el jefe de contrainteligencia dijo que los EE.UU. estaba “principalmente preocupado” por estos tres países, aunque añadió que otros Estados nacionales y actores no estatales también podrían dañar el proceso electoral.
En su declaración también esbozó los métodos utilizados por cada país para lograr sus objetivos:
Con respecto a China, Evanina dijo que el país está “expandiendo sus esfuerzos de influencia para dar forma al ambiente político en los Estados Unidos, presionando a las figuras políticas que ve como opuestas a los intereses de China, y contrarrestando las críticas a China”.
Añadió que “Pekín reconoce que sus esfuerzos pueden afectar a la carrera presidencial”.
En cuanto a Rusia, dijo que su “persistente objetivo” es debilitar a los Estados Unidos y “disminuir nuestro papel global”. Dijo que el país ha utilizado una “gama de esfuerzos” incluyendo troles de internet y campañas de desinformación dirigidas a socavar la confianza en el proceso democrático de Estados Unidos”.
Irán, dijo Evanina, también está tratando de “socavar las instituciones democráticas de EE.UU. y dividir el país antes de las elecciones”. Dijo que los esfuerzos del país se han centrado en “la influencia en línea, como la difusión de desinformación en los medios sociales y la recirculación de contenido anti-Estados Unidos”.
El jefe de la contrainteligencia dijo que su oficina sigue vigilando “a los actores cibernéticos malintencionados que intentan acceder a las redes estatales y federales de EE.UU., incluidos los responsables de la gestión de las elecciones”.
Sin embargo, agregó que la “diversidad” de los sistemas electorales entre los estados, así como las múltiples comprobaciones y redundancias y la auditoría postelectoral hacen que sea “extraordinariamente difícil” para los países extranjeros “interrumpir o cambiar el conteo de votos sin ser detectados”.
Como tal, dijo que las naciones extranjeras están usando “medidas de influencia” en un esfuerzo por influir en las preferencias y perspectivas de los votantes estadounidenses, así como para cambiar las políticas de EE.UU. y aumentar la discordia.
Evanina instó al público estadounidense a mantener “la vigilancia contra la influencia extranjera” y a “practicar una buena higiene cibernética”.