El gobierno filipino anunció que evacuaría a 11.000 de sus ciudadanos del Líbano si las fuerzas israelíes cruzan la frontera para iniciar una ofensiva terrestre contra Hezbolá.
El subsecretario de Asuntos Exteriores de Filipinas, Eduardo de Vega, explicó en una conferencia de prensa en Manila que “una invasión terrestre provocará una repatriación obligatoria”, detallando que la operación se llevaría a cabo principalmente por vía marítima. Sin embargo, no ofreció más detalles sobre el plan de evacuación.
Anteriormente, Manila había exhortado a los filipinos a abandonar el Líbano antes de que las aerolíneas dejaran de volar a Beirut, pero según diplomáticos filipinos, la mayoría no siguió esta recomendación. Millones de filipinos trabajan en el extranjero, con una gran cantidad concentrada en Oriente Medio debido a las limitadas oportunidades laborales en su país. En el caso del Líbano, aproximadamente el 90% de los trabajadores filipinos son empleadas domésticas migrantes.
“Para algunos de ellos, morir en la guerra es preferible a morir de hambre”, afirmó De Vega, quien señaló además que hasta el momento no se ha registrado ninguna víctima filipina en la campaña aérea de Israel contra Hezbolá. Hasta la fecha, solo 500 filipinos han aceptado la oferta de repatriación del gobierno.
Por otro lado, Anthony Mandap, cónsul general de la embajada de Filipinas en Tel Aviv, aseguró que no existen planes actuales para repatriar a los aproximadamente 30.000 filipinos que trabajan en Israel. Cabe destacar que durante el ataque de Hamás el pasado 7 de octubre, cuatro filipinos murieron y dos fueron secuestrados, aunque luego fueron liberados, incluido un ciudadano con doble nacionalidad israelí-filipina.