El veterano inconformista político de izquierdas George Galloway, conocido por su encendida retórica antiisraelí, gana una votación para convertirse en el nuevo legislador de la localidad inglesa de Rochdale tras una caótica campaña en la que el principal partido de la oposición, los laboristas, retiró el apoyo a su candidato.
Tras realizar una campaña propalestina, Galloway se ganó a gran parte de la comunidad musulmana de Rochdale atacando tanto a los laboristas como a los conservadores del gobierno británico por apoyar a Israel en su guerra contra Hamás, convirtiendo un conflicto exterior en el tema principal, algo inusual en unas elecciones parciales en las que suelen dominar las preocupaciones locales.
Elegido diputado por séptima vez, Galloway será un irritante para los laboristas, partido al que perteneció antes de ser expulsado por criticar al entonces primer ministro Tony Blair por la guerra de Irak. Incluso llegó a decir que el asesinato de Blair estaría “moralmente justificado” por la implicación británica.
Su victoria subraya las divisiones existentes en Gran Bretaña en torno a la guerra entre Israel y Hamás, que cumple cinco meses y ha sacado a las calles británicas a manifestantes en apoyo de ambos bandos.
Con las elecciones nacionales a finales de año, el regreso de Galloway al Parlamento será efímero pero explosivo. Ha acusado al líder laborista Keir Starmer de estar en el “bolsillo de Israel”.
Galloway obtuvo 12.335 votos, frente a los 6.638 del segundo clasificado, David Tully, candidato independiente. El antiguo candidato laborista, Azhar Ali, quedó cuarto después de que el partido de la oposición le retirara su apoyo tras sus afirmaciones de que Israel permitió las brutales matanzas del 7 de octubre dirigidas por Hamás.
“(El líder laborista) Keir Starmer, esto es por Gaza”, dice Galloway en su discurso de victoria.
Será la primera vez que el izquierdista Partido de los Trabajadores de Gran Bretaña de Galloway esté representado en el Parlamento.