El gobierno iraquí y la milicia Kataeb Hezbolá, respaldada por Irán, han prometido enviar asistencia al Líbano tras las explosiones de bíperes que causaron miles de heridos. El primer ministro de Irak, Mohammed Shia Al-Sudani, ordenó el envío de equipos médicos y de emergencia, según un comunicado de su oficina.
Por su parte, la milicia Kataeb Hezbolá, uno de los grupos armados más influyentes en Irak con apoyo de Irán, emitió un comunicado donde se comprometió a proporcionar toda su capacidad operativa a “los hermanos en el Líbano”. Además, se declararon listos para enviar combatientes, equipos y apoyo técnico y logístico.
En medio de este contexto, las aerolíneas internacionales han comenzado a suspender vuelos hacia Israel. Air France ha cancelado sus rutas entre Tel Aviv y París durante las próximas 48 horas, mientras que Lufthansa, Swiss International Air Lines y Brussels Airlines también han suspendido temporalmente sus vuelos a Israel, posiblemente en anticipación a una represalia de Hezbolá.
Hamás, el grupo terrorista palestino, también se pronunció sobre las explosiones, condenándolas enérgicamente. En un comunicado, calificó las explosiones de “agresión terrorista sionista”, y responsabilizó a Israel de lo ocurrido. Hamás subrayó que las explosiones no diferenciaron entre “combatientes de la resistencia y civiles”, en referencia a los miembros de Hezbolá afectados.
Cabe recordar que, a pesar de estas acusaciones, Hamás ha sido responsable de múltiples ataques contra civiles israelíes, incluyendo la masacre del 7 de octubre y el lanzamiento de miles de cohetes contra ciudades israelíes durante los últimos años.