Un ataque ruso de gran escala contra la red eléctrica ucraniana dejó amplias zonas sin suministro en la ciudad portuaria de Odesa y su entorno, entre la noche del viernes 12 y la madrugada del sábado 13 de diciembre de 2025. Los cortes se extendieron por barrios y localidades cercanas.
Autoridades ucranianas atribuyeron a esa ofensiva un impacto superior a un millón de hogares en todo el país, con interrupciones en múltiples puntos. En el sur, el episodio también provocó cortes relevantes de electricidad y agua, con afectación en Odesa y en distritos del área circundante.
El presidente Volodímir Zelenski afirmó que Rusia usó “más de 450” aeronaves no tripuladas y 30 misiles. Indicó que el golpe principal volvió a dirigirse al sistema energético, con especial incidencia en el sur y en la región de Odesa, según su mensaje divulgado tras el ataque.
En ese mismo comunicado, Zelenski sostuvo que miles de familias se quedaron sin electricidad después de los impactos en siete regiones. Citó Kirovohrad, Mykolaiv, Odesa, Sumi, Járkiv, Jersón y Cherníhiv como las zonas alcanzadas, y vinculó los daños al golpe sobre infraestructuras de energía en cada zona.
La Fuerza Aérea ucraniana detalló el volumen del asalto: 465 drones y 30 misiles de distinto tipo. Reportó lanzamientos desde plataformas aéreas, marítimas y terrestres, y situó a Odesa como la dirección principal de la ofensiva, de acuerdo con el parte posterior a la alerta.
Según ese parte, las defensas derribaron o neutralizaron 417 drones y 13 misiles. El informe consignó impactos de 33 drones y ocho misiles en 18 puntos distintos, y añadió que varias municiones cayeron en otros emplazamientos tras la intercepción, conforme al reporte militar difundido luego.
En el sur, la primera ministra Yulia Svyrydenko describió el episodio como uno de los mayores ataques sufridos por Odesa desde el inicio de la guerra a gran escala. Señaló que el bombardeo dejó sin electricidad y sin agua a áreas de la ciudad durante la noche.
Ante esa situación, las autoridades organizaron el suministro de agua no potable con envíos de emergencia en los sectores sin servicio. En paralelo, el ministro del Interior, Ihor Klymenko, informó de cinco heridos y reportó que el número de hogares sin electricidad superó el millón en el país.
Las consecuencias inmediatas también alcanzaron infraestructuras vinculadas a la actividad portuaria en el área atacada. El viceprimer ministro y ministro de Reconstrucción, Oleksiy Kuleba, comunicó que un ataque en la ciudad del mar Negro provocó un incendio en silos de grano del puerto, según su reporte.
En la región de Odesa, el responsable regional Oleh Kiper cifró en dos los heridos en los ataques y sostuvo que los impactos afectaron a un área más amplia que la capital provincial. Su administración describió daños en puntos adicionales del óblast, con revisiones y recuentos en curso.
La operadora Ukrenergo comunicó que un “número significativo” de hogares quedó sin suministro en las regiones meridionales de Odesa y Mykolaiv. Añadió que la parte de la región de Jersón controlada por Ucrania se quedó totalmente sin electricidad tras el ataque, según su aviso oficial.
Ese cuadro de cortes en el sur coincidió con trabajos de emergencia y de mantenimiento orientados al restablecimiento del servicio. Las autoridades ucranianas indicaron labores para reponer la alimentación eléctrica y los servicios asociados en las localidades afectadas, con equipos desplegados en distintos puntos del sur.
El ataque del 13 de diciembre llegó después de episodios recientes contra instalaciones energéticas en el área de Odesa. El viernes 12 de diciembre, la mayor compañía eléctrica privada ucraniana, DTEK, comunicó que un ataque nocturno alcanzó una de sus subestaciones en la región, según su información.
En el mismo parte, DTEK añadió que otra instalación energética, de otra empresa, también recibió impactos directos. La compañía indicó que restableció el suministro a 40.000 abonados mediante esquemas de respaldo, aunque 90.000 seguían sin electricidad en ese momento, de acuerdo con la comunicación difundida.
La ofensiva se inscribe en una campaña sostenida de ataques a gran escala sobre el sistema energético ucraniano. Rusia bombardeó de forma recurrente la red eléctrica desde la invasión de 2022, con efectos que incluyeron cortes diarios de varias horas en distintas zonas del país, según autoridades ucranianas.
El 6 de diciembre se registró otra oleada de gran volumen contra infraestructuras de energía y transporte en varias regiones. Autoridades ucranianas y el Organismo Internacional de Energía Atómica vincularon ese episodio a daños en instalaciones críticas y a interrupciones del suministro en distintos puntos del país.
Por su parte, el ministerio de Defensa ruso afirmó el sábado 13 de diciembre que sus fuerzas realizaron ataques contra instalaciones energéticas y del sector militar-industrial de Ucrania. La cartera describió esa acción como parte de sus operaciones, en un comunicado difundido el mismo día por las autoridades rusas.
