Greta Thunberg afirmó haber sufrido torturas mientras estuvo bajo custodia israelí tras violar el bloqueo marítimo de Gaza a bordo de la Flotilla Global Sumud, según una entrevista concedida al periódico sueco Aftonbladet.
Junto con la entrevista, el diario publicó una fotografía de Thunberg abriendo su maleta, en la que aparecían escritas las palabras “Puta Greta”, acompañadas de un dibujo de una bandera israelí y un pene. Thunberg aseguró que la maleta fue confiscada por las Fuerzas de Defensa de Israel y que se la devolvieron en ese estado.
Al llegar a Ashdod, Thunberg describió una escena que calificó como “distópica”, en la que fue arrastrada hasta un área pavimentada cercada con estructuras de hierro.
“Vi a unas cincuenta personas arrodilladas en fila, esposadas y con la frente contra el suelo”, declaró. “Me arrastraron hacia el lado opuesto del lugar donde estaban los demás y tuve la bandera a mi alrededor todo el tiempo. Me golpearon y me patearon”.
“Luego me arrancaron el gorro de rana, lo arrojaron al suelo, lo pisotearon y lo patearon, y me hicieron una especie de berrinche”, añadió.
“Los guardias no muestran empatía ni humanidad, y continúan tomándose fotografías conmigo. Hay muchas cosas que no recuerdo. Ocurren demasiadas cosas al mismo tiempo. Estás en estado de shock. Sientes dolor, pero intentas mantener la calma”, afirmó.
También relató que en un momento determinado sesenta personas fueron encerradas en una pequeña jaula al aire libre en la prisión de Ketziot, en el sur de Israel.
“Hacía mucho calor, alrededor de cuarenta grados. Rogábamos todo el tiempo: ‘¿Podemos tener agua? ¿Podemos tener agua?’. Al final, comenzamos a gritar. Los guardias pasaban frente a las rejas todo el tiempo, riendo y sosteniendo sus botellas de agua. Arrojaban las botellas con agua a los cubos de basura frente a nosotros”, dijo.
“Cuando alguien se desmayaba, golpeábamos las rejas y pedíamos un médico. Entonces llegaban los guardias y decían: ‘Los vamos a gasear’. Era una frase habitual para ellos. Levantaban un cilindro de gas y amenazaban con usarlo contra nosotros”, relató.
“Durante las noches, los guardias pasaban con frecuencia, sacudían las rejas, encendían linternas y varias veces por noche entraban y obligaban a todos a ponerse de pie”, afirmó.
Fue deportada el 6 de octubre, pocos días después de haber sido detenida en la flotilla.
Antes de su deportación, el Ministerio de Relaciones Exteriores negó las acusaciones de que Israel maltratara a Thunberg y a los demás activistas detenidos durante la interceptación de la flotilla.
