Hezbolá comunicó a las autoridades libanesas su aceptación de un alto el fuego con Israel el mismo día en que un ataque israelí resultó en la muerte de su líder.
Según una fuente gubernamental, Hassan Nasrallah informó a la AFP que “el 27 de septiembre, Hezbolá notificó oficialmente al gobierno libanés, a través del presidente del Parlamento, Nabih Berri, que aceptaba una iniciativa internacional para un alto el fuego”.
En ese momento, el primer ministro Najib Mikati se encontraba en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, donde Estados Unidos y sus aliados presentaron una propuesta para un alto el fuego de 21 días en Líbano. Mikati comunicó a sus homólogos la posición de Hezbolá, y los negociadores internacionales esperaban la respuesta de Israel.
Sin embargo, el primer ministro Benjamin Netanyahu, durante su discurso ante los líderes mundiales ese mismo día, afirmó que no habría tregua en la lucha contra Hezbolá hasta que se garantizara la seguridad de la frontera norte de Israel.
Posteriormente, la fuerza aérea israelí llevó a cabo un ataque masivo contra el bastión de Hezbolá en el sur de Beirut, resultando en la muerte de Nasrallah.
Desde el fallecimiento de su líder, el gobierno libanés “no ha tenido ningún contacto con Hezbolá”, agregó la fuente.