Hezbolá, junto a su socio Amal, canceló una reunión prevista con el presidente Joseph Aoun, en la que se esperaba que expresaran su respaldo a la continuidad del primer ministro interino Nabib Mikati. Esta decisión refleja las tensiones que han surgido en el proceso político libanés, según informaron fuentes cercanas.
Ambos grupos chiítas, que cuentan con un fuerte apoyo en el país, habían planeado comunicar a Aoun su preferencia por Mikati, quien ocupa el puesto reservado para un musulmán sunita, de acuerdo con el sistema sectario del Líbano.
Sin embargo, el encuentro fue suspendido al confirmarse que otro candidato, Nawaf Salam, presidente de la Corte Internacional de Justicia, comenzaba a ganar terreno entre los legisladores, con el apoyo que podría posicionarlo como la opción más viable.
Este retraso en la cita también refleja los movimientos estratégicos en la política libanesa, ya que Aoun, según la Constitución, debe nombrar al candidato que cuente con el respaldo mayoritario de los 128 miembros del Parlamento libanés.