EL CAIRO (AP) – El hijo menor del difunto ex presidente de Egipto Mohamed Morsi falleció de un ataque al corazón que sufrió mientras conducía en El Cairo, dijeron los médicos.
El miércoles, Abdullah Morsi, de 25 años, estaba con un amigo cuando de repente se sintió débil. Murió poco después de llegar a un hospital en la capital, dijeron los médicos con la condición de que fueran anónimos porque no estaban autorizados a informar a los periodistas.
Mohamed Morsi, cuyo controvertido mandato terminó con una expulsión militar en 2013 tras protestas masivas contra su gobierno, había estado detenido desde que fue derrocado. En junio, se desmayó y murió en el tribunal durante el juicio por espionaje. Su muerte trajo críticas de grupos locales e internacionales de derechos humanos que acusaron al gobierno de negar deliberadamente atención médica a los presos políticos.
El año pasado, Abdullah fue detenido brevemente por difundir supuestamente noticias falsas y pertenecer a la proscrita Hermandad Musulmana, el grupo islamista en el que su padre ocupaba un puesto de liderazgo. Ese mismo año, su hermano mayor, Osama, fue condenado a 10 años de prisión en un juicio masivo que el grupo de derechos humanos Amnistía Internacional calificó de “burla a la justicia”. Él y los otros acusados fueron condenados por supuesta incitación a la violencia en una manifestación pro-morsi que la policía irrumpió, matando a cientos de manifestantes.
Gamal Heshmat, líder de la Hermandad que vive en Turquía, dijo en una entrevista con el canal de noticias al-Jazeera Mubashir que esperaba que la muerte de Abdullah “despertara a la gente y llamara su atención sobre la situación de los jóvenes que mueren todos los días, ya sea moral o físicamente” en las cárceles egipcias.
“Egipto mismo se ha convertido en una prisión”, dijo Heshmat a la emisora financiada por Qatar, conocida por su apoyo a la Hermandad Musulmana, a la que el gobierno egipcio ha calificado de organización terrorista.
El año pasado, en una rara entrevista, Abdullah dijo a The Associated Press que la familia había estado haciendo campaña para mejorar las condiciones de encarcelamiento de su padre, quejándose de que se le negó el derecho a recibir visitas a la cárcel. “Queremos que pueda tener una vida: visitas y atención médica y, finalmente, libertad”, dijo Abdullah entonces.
Durante su año en el cargo, Morsi fue acusado de utilizar sus victorias electorales para promover la agenda política islamista de la Hermandad Musulmana. Morsi reprimió a veces a los manifestantes y utilizó los poderes ejecutivos para forzar las políticas, pero nunca logró controlar las palancas del poder, enfrentándose a la oposición en los tribunales y entre la policía. Al final, sus oponentes organizaron manifestaciones masivas contra su gobierno, y fue en este contexto que los militares lo derrocaron.
Desde entonces, el gobierno ha aplastado en gran medida a la organización en Egipto con una represión despiadada. Decenas de miles de egipcios han sido arrestados desde 2013, y muchos han huido del país.
La repentina muerte de Abdullah conmocionó a muchos miembros de la Hermandad Musulmana que vivían en el exilio, quienes aprovecharon la oportunidad para expresar su desencanto con el gobierno del presidente Abdel-Fattah El-Sissi.