Irak se ha comprometido a colocar todas las armas bajo control estatal, pero eso no será posible mientras exista una coalición liderada por Estados Unidos en el país, a la que algunas facciones iraquíes consideran una fuerza de ocupación, afirma el primer ministro.
El primer ministro Mohammed Shia al-Sudani asegura que sigue en marcha el plan para que la coalición multinacional contra el Estado Islámico abandone completamente Irak, uno de los aliados árabes más cercanos de Irán, en septiembre de 2026, porque la amenaza de los grupos terroristas islamistas ha disminuido de manera considerable.
“No existe el ISIS. ¿Seguridad y estabilidad? Gracias a Dios que las tenemos… entonces denme una razón para la presencia de 86 países en una coalición”, declara a Reuters en una entrevista en Bagdad, aludiendo al número de naciones que han participado en la coalición desde su formación en 2014.
“Sin duda habrá un programa claro para eliminar cualquier arma fuera de las instituciones del Estado. Esta es la exigencia de todos”, afirma, y añade que las facciones podrían incorporarse a las fuerzas de seguridad oficiales o dedicarse a la política si entregan las armas.
Irak atraviesa un delicado proceso político para desarmar a las milicias respaldadas por Irán, bajo la presión de Estados Unidos, que ha expresado su deseo de que Sudani disuelva los grupos armados vinculados a las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), una coalición que agrupa a facciones mayoritariamente chiíes. Las FMP se integraron formalmente en las fuerzas estatales iraquíes e incluyen varios grupos alineados con Irán.
Al mismo tiempo, Estados Unidos e Irak han acordado una retirada gradual de las tropas estadounidenses, con una salida total prevista para finales de 2026. La primera fase de la retirada comenzó en 2025.
Al ser consultado sobre la creciente presión internacional sobre los grupos armados no estatales de la región, como Hezbolá en el Líbano, parte del llamado Eje de la Resistencia de Irán, creado para contrarrestar la influencia estadounidense e israelí en Oriente Medio, Sudani declara: “Hay tiempo suficiente, si Dios quiere. La situación aquí es distinta a la del Líbano”.
