Mientras observa con inquietud las ofensivas destructivas de Israel tanto en Gaza como en el Líbano, Irak se esfuerza por mantenerse al margen del creciente conflicto regional. Sin embargo, grupos armados respaldados por Irán han lanzado ataques hacia Israel desde suelo iraquí, según informan fuentes cercanas al asunto.
A dos décadas de la invasión estadounidense que se saldó con el derrocamiento de Saddam Hussein, Irak disfruta de cierta estabilidad. Los ingresos provenientes del petróleo financian una agenda de servicios, transformando muchas zonas del país en espacios de desarrollo y construcción.
Sin tener relaciones diplomáticas con Israel, el gobierno del primer ministro Mohammed Shia al-Sudani se muestra cauteloso respecto a los conflictos regionales, ya que estos podrían afectar el equilibrio entre sus relaciones con Washington y Teherán, dos aliados clave.
la guerra en la región ha derivado en una serie de ataques mutuos durante meses entre grupos armados proiraníes y las fuerzas estadounidenses desplegadas tanto en Irak como en la región. Estos enfrentamientos solo disminuyeron tras la intervención iraní en febrero.
A pesar de los esfuerzos del gobierno de Sudani, la Resistencia Islámica en Irak, una coalición de grupos armados respaldados por Irán, no ha sido persuadida para detener el lanzamiento de cohetes y drones contra Israel, según afirmaron cuatro fuentes pertenecientes a estos grupos armados y dos asesores gubernamentales.
En los últimos dos meses, altos funcionarios de seguridad iraquíes han realizado dos visitas a Irán con el objetivo de conseguir la cooperación de Teherán para controlar a las facciones aliadas en Irak. No obstante, según las mismas fuentes, dichos intentos no tuvieron éxito.
“La delegación iraquí fue recibida con frialdad en Teherán… La respuesta fue que esos grupos toman sus propias decisiones y deciden por sí mismos cómo apoyar a sus hermanos en el Líbano y Gaza”, comentó un alto funcionario de seguridad iraquí que estuvo al tanto de las visitas.
Bagdad también se dirigió a Washington, solicitando la intervención estadounidense para evitar represalias de Israel tras los ataques, uno de los cuales causó la muerte de dos soldados israelíes y dejó más de 20 heridos el 4 de octubre. Esta fue la primera vez que se informó sobre un ataque desde Irak con víctimas mortales, según las fuentes.
“Washington entendió las posibles repercusiones de los ataques israelíes en Irak y se comprometió a brindar su ayuda”, indicó un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores iraquí.