Israel trabajó entre bastidores para asegurarse de que Estados Unidos bloqueara la venta de sus cazas de combate F-35 a Turquía como parte de sus esfuerzos por preservar su ventaja cualitativa militar en la región, informó el miércoles Canal 12.
En los últimos meses, Israel presionó a Washington para que retirara a Ankara del programa F-35 después de que el presidente Recep Tayyip Erdogan siguiera adelante con la compra de un sistema de defensa antimisiles de fabricación rusa que dotaría a Turquía de capacidades aéreas avanzadas.
Washington dijo que las baterías de defensa de misiles S-400 comprometerían el programa F-35 y ayudarían a la inteligencia rusa. El Canal 12 informó que los funcionarios israelíes estaban igualmente preocupados de que los detalles de las capacidades avanzadas de la aeronave se filtraran a los países vecinos.
En una importante ruptura con un aliado de mucho tiempo, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció a principios de este mes que Ankara estaba siendo expulsada del programa F-35 por haber comprado el sistema de fabricación rusa.
La Casa Blanca dijo que el programa de aviones de combate estadounidenses “no puede coexistir con una plataforma de recolección de inteligencia rusa que se utilizará para aprender sobre sus capacidades avanzadas”.
Turquía, que había ordenado más de 100 de los F-35 por unos 1.400 millones de dólares, rechazó las afirmaciones de que el sistema ruso sería un peligro para los cazas de guerra estadounidenses, e instó a Washington a que revocara su decisión.
La quinta generación del F-35 ha sido elogiada por los militares como un “cambiador de juego”, no solo por sus capacidades ofensivas y de ocultación, sino también por su capacidad para conectar sus sistemas con otras aeronaves y formar una red de intercambio de información.
Israel ha acordado comprar al menos 50 cazas de combate F-35 al contratista de defensa estadounidense Lockheed Martin. Hasta la fecha, se han entregado 16 aviones, y se prevé que los restantes lleguen en lotes de dos y tres hasta 2024.
Israel es el segundo país después de Estados Unidos en recibir el F-35 de Lockheed Martin y uno de los pocos a los que se les permite modificar el avión de última generación, conocido en Israel como el Adir.
En 2018, la Fuerza Aérea de Israel reveló que había utilizado el F-35 de manera operativa, incluyendo al menos una vez sobre el Líbano, convirtiéndose así en el primer ejército del mundo en hacerlo.