Israel afirmó que “rechaza categóricamente” la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia que lo obliga a colaborar con la agencia de ayuda UNRWA. Según Israel, la corte desestimó la “amplia evidencia” presentada que indicaría la supuesta “infiltración” de Hamás en la UNRWA y la implicación de la organización en actividades terroristas, incluidas las masacres del 7 de octubre.
El Ministerio de Relaciones Exteriores señaló en respuesta al fallo que “este es otro intento político de imponer medidas políticas contra Israel bajo el disfraz de ‘derecho internacional’”. La declaración resalta la interpretación de Israel sobre la decisión judicial como un esfuerzo con fines políticos.
El ministerio agregó que “la actividad terrorista de Hamás dentro de la UNRWA tuvo lugar antes de la masacre del 7 de octubre, durante la masacre y después de la masacre”.
Israel reiteró que “no cooperará con una organización que está infestada de actividad terrorista”, insistiendo en que “rechaza completamente la politización del derecho internacional, que busca producir resultados políticos e imponer medidas destinadas a dañar al Estado de Israel”.
