El gobierno italiano exigió el miércoles a Israel que proteja a los participantes de la flotilla hacia Gaza. Esta demanda surgió porque los organizadores denunciaron ataques con drones no tripulados frente a las costas griegas. Como respuesta inmediata, Italia despachó un buque de guerra para apoyar a los activistas propalestinos. Así, el incidente escaló tensiones en el Mediterráneo, donde la misión humanitaria enfrentaba amenazas directas desde el martes por la noche.
El ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Tajani, resaltó la presencia de ciudadanos italianos en la Flotilla Global de Sumud. Entre ellos figuraban miembros del parlamento y eurodiputados, todos comprometidos con causas pro-palestinas y antiisraelíes. La flotilla registró más de una docena de explosiones cercanas mientras navegaba cerca de Grecia. Además, los activistas observaron daños en la cubierta por objetos no identificados que cayeron desde el cielo.
El Ministerio de Relaciones Exteriores italiano actuó con prontitud al notificar a las autoridades israelíes sobre el incidente. En su comunicado oficial, destacó que cualquier operación militar debe respetar el derecho internacional y el principio de precaución absoluta. De esta forma, Italia buscó prevenir escaladas que pongan en riesgo vidas inocentes. La medida reflejaba una postura diplomática firme ante posibles violaciones.
Antonio Tajani instruyó a la embajada italiana en Tel Aviv para que recopile datos precisos sobre los eventos. Al mismo tiempo, reiteró la solicitud previa al gobierno israelí con el fin de asegurar la protección total del personal a bordo. En ese contexto, el ministro confirmó que 58 italianos formaban parte de la flotilla. Incluían legisladores que habían embarcado con fines simbólicos de solidaridad.
10+ boats boomed, heaps of drones still whizzing around
— Global Sumud Flotilla Commentary (@GlobalSumudF) September 24, 2025
📷 samuel.leason (IG) pic.twitter.com/Eqd47qyEUt
El ministro de Defensa, italiano, Guido Crosetto, movilizó una fragata naval para operaciones de rescate potenciales. La embarcación Fasan, que surcaba aguas al norte de Creta, se dirigió de inmediato hacia la zona afectada. Italia informó a Israel sobre esta decisión estratégica. Crosetto subrayó que, en una democracia, las protestas merecen resguardo cuando se alinean con el derecho internacional y evitan la violencia.
La Flotilla Global de Sumud partió de Barcelona a inicios de mes con un propósito claro: desafiar el bloqueo israelí de Gaza y entregar ayuda simbólica. Hoy, la convoy cuenta con 51 barcos, la mayoría anclados frente a la isla griega de Creta. Esta flota representa un esfuerzo colectivo por visibilizar la crisis humanitaria. Sin embargo, las amenazas persistentes complican su avance hacia el territorio palestino.
Los barcos que pretendían unirse a la flotilla sufrieron dos presuntos ataques con drones en Túnez previamente. Greta Thunberg, la activista climática sueca, se hospedó allí durante ese período. El miércoles, ella describió los incidentes como una táctica de intimidación diseñada para sembrar temor. Thunberg instó a los simpatizantes a centrar su atención en Gaza, no en los navegantes del Mediterráneo, mientras equipos evaluaban los daños.
Simone Zambrin, activista italiana a bordo, relató que drones sobrevolaron sus cabezas durante días. El miércoles, estos aparatos lanzaron dispositivos que dañaron velas y afectaron la audición de tripulantes. Zambrin anticipó tales acciones como parte de la retórica israelí contra misiones similares. En su opinión, Israel infunde miedo porque teme el impacto de su llegada al bloqueo.
Greg Stoker, un activista estadounidense en uno de los barcos, denunció interferencias en las comunicaciones de radio VHF. Los bloqueadores reproducían una canción de ABBA en el canal que la flotilla utilizaba. Este sabotaje añadió caos a la navegación ya tensa. Stoker compartió estos detalles en redes sociales, lo que amplificó la visibilidad del acoso electrónico.
Israel frustró dos intentos previos de activistas para alcanzar Gaza por mar, en junio y julio. El lunes, reiteró que no permitirá la llegada de estos barcos al territorio. Acusó a la flotilla de servir al grupo terrorista Hamás y ofreció descargar la ayuda en Ashkelon para su traslado posterior. Sin embargo, Israel mantiene el bloqueo naval impuesto en 2007, tras el derrocamiento de la Autoridad Palestina por Hamás.
El bloqueo busca impedir la importación de armas a Gaza, según la justificación israelí. Esta política persiste en medio de presiones internacionales crecientes por la guerra en el enclave. la guerra estalló tras la masacre de Hamás el 7 de octubre de 2023, que causó 1.200 muertes y 251 rehenes. Italia, como otros países, equilibra su apoyo humanitario con reclamos de legalidad en las operaciones militares.