La vicepresidente Kamala Harris recibió el mes pasado el encargo de liderar los esfuerzos para hacer frente a la migración en la frontera sur, donde la nación se enfrenta a lo que se ha descrito como una “crisis humanitaria” en medio de un aumento de los migrantes que llegan a los Estados Unidos.
La labor que se le ha asignado en materia de inmigración, que incluye la supervisión de los esfuerzos diplomáticos con los países del Triángulo del Norte, se inscribe en una tendencia más amplia de la administración de delegar en ella importantes responsabilidades en materia de política exterior. Por ejemplo, ha mantenido conversaciones con importantes líderes mundiales como el primer ministro canadiense Justin Trudeau y el israelí Benjamin Netanyahu.
Desde el inicio de la administración y una semana después del anuncio de Biden, Kamala Harris ha respondido a las preguntas de los medios de comunicación, pero aún no ha celebrado una conferencia de prensa formal. Mientras tanto, la crisis fronteriza cautivó la atención de la nación y suscitó una serie de preocupaciones sobre la seguridad nacional y la estabilidad del sistema de inmigración estadounidense en su conjunto.
Cuando Biden anunció inicialmente su nombramiento, dijo que se encargaría de trabajar para devolver a los inmigrantes a sus países de origen.
“Así que este nuevo aumento con el que estamos lidiando ahora comenzó con la última administración, pero es nuestra responsabilidad lidiar con él humanamente y… y detener lo que está sucediendo”, dijo Biden.
“Y así, este aumento ha sido consecuente, pero la vicepresidente ha acordado – entre las múltiples otras cosas que tengo su liderazgo – y lo aprecio – acordó liderar nuestro esfuerzo diplomático y trabajar con esas naciones para aceptar re- los retornados, y mejorar la aplicación de la migración en sus fronteras – en sus fronteras”.
La Casa Blanca intentó más tarde afirmar que Kamala Harris no estaba implicada en la “crisis fronteriza”, sino que se centraba en abordar las “causas de fondo, no la frontera”. En cualquier caso, los retornados incluyen a las personas que entran en contacto con las autoridades estadounidenses en la frontera sur, así como a otras que son devueltas mientras viajan por otros países.
El abrumador flujo de migrantes ha dado lugar a las fotos virales de individuos apiñados en espacios reducidos a pesar de las restricciones del coronavirus, lo que ha hecho que se cuestionen dos de los ataques centrales de la campaña de Biden-Harris contra el presidente Trump. Durante la campaña, Biden arremetió contra Trump por no tomarse en serio el COVID-19 y arremetió contra su supuesta crueldad al meter a los niños migrantes en jaulas.
La crisis fronteriza en sí misma abarca una larga lista de asuntos y agencias en todo el gobierno federal, en particular las que dependen del Departamento de Seguridad Nacional y del Departamento de Salud y Servicios Humanos. Según la oficina de Kamala Harris, trabajará en estrecha colaboración con varios miembros del Gabinete, entre ellos el secretario de Estado y el administrador para el desarrollo internacional, así como el enviado especial para el Triángulo del Norte.