El líder norcoreano Kim Jon Un reconoció la difícil situación alimentaria de su país durante su intervención en una reunión del Comité Central del Partido de los Trabajadores de Corea.
Los medios de comunicación estatales norcoreanos informaron de la decisión de convocar una reunión plenaria del comité central del partido a principios de este mes, en la que Kim Jong Un asistió a reuniones preparatorias con altos cargos del partido en el politburó, durante las cuales discutió la necesidad de “resolver los problemas pendientes urgentes para el trabajo económico y la vida del pueblo”, y añadió que Corea del Norte se enfrenta a “desafíos y restricciones debido a las condiciones y el entorno subjetivo y objetivo desfavorables que prevalecen”. Además, Kim informó a los funcionarios sobre “su plan para lograr un cambio sustancial en la labor económica del Estado y la estabilización de la vida del pueblo”, según los medios estatales.
Con la reunión plenaria más amplia en marcha, Kim dijo a los funcionarios del partido reunidos que la situación alimentaria del país se encontraba en un punto difícil tras los fallos en el sector agrícola a raíz de los graves fenómenos meteorológicos del año pasado.
“La situación alimentaria del pueblo se está volviendo tensa, ya que el sector agrícola no ha podido cumplir su plan de producción de grano debido a los daños causados por el tifón del año pasado”, dijo Kim, y los medios de comunicación estatales también informaron de que “la cuestión de dirigir todos los esfuerzos a la agricultura este año” sería uno de los principales temas de atención a medida que avanza la reunión plenaria.
En los últimos meses, Kim ha pedido a los norcoreanos que lleven a cabo “otra Marcha Ardua más difícil”, en referencia a la mortífera hambruna de los años 90 que asoló Corea del Norte.
El año pasado, Corea del Norte sufrió una serie de tifones mortales que causaron importantes daños a las cosechas, los arrozales y los sistemas de riego, así como a infraestructuras críticas como carreteras y puentes, mientras que una temporada de monzones especialmente larga trajo consigo inundaciones que provocaron más daños en las cosechas. La situación alimentaria de Corea del Norte también se ha deteriorado como consecuencia de la actual pandemia de coronavirus, y los estrictos cierres del país y de las fronteras han perjudicado las importaciones de grano.
La inseguridad alimentaria ya era preocupante antes de la pandemia y los graves fenómenos meteorológicos, Corea del Norte se enfrenta ahora a una escasez de grano de hasta 1,35 millones de toneladas, mientras que la diferencia entre la oferta y la demanda global de alimentos podría ser de hasta 860.000 toneladas.
Aunque los expertos señalan que Corea del Norte experimenta con frecuencia escasez de grano, también señalan que la RPDC no podrá superar dicha escasez este año mediante la importación de grano. Es poco probable que Corea del Norte pueda recurrir a la producción nacional de alimentos para compensar las importaciones perdidas, por lo que los problemas agrícolas se convierten en una preocupación. El país puede estar experimentando dificultades con su cosecha de maíz, por ejemplo, debido a la falta tanto de material como de mano de obra.
Los precios de los alimentos básicos, como el arroz y el maíz, han subido en las últimas semanas en el país, y solo el arroz experimentó un aumento del 22% en los días comprendidos entre el 2 y el 8 de junio en Pyongyang.